Espigueos contra el desperdicio de melocotones: 1.000 kilos salvados en tres horas

Una voluntaria de la Fundació Espigoladors cosescha melocotones en Soses (Lleida). Fundació Espigoladors
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LleidaEl espigueo es una práctica tan antigua como la agricultura misma, que consiste, como muestra el famoso óleo de Jean-François Millet, Las espigadoras, en recolectar del campo los granos que el campesino ha desestimado, por motivos de sobreproducción o calibre. En la actualidad, cuentan desde la Fundació Espigoladors, una gran cantidad de frutas y verduras se queda en el campo por las exigencias estéticas del mercado: "una pieza puede no ser bonita, pero es igual de rica y nutritiva".

Por primera vez, este martes, un grupo de diez voluntarios ha actuado en una finca de la provincia de Lleida, en el municipio de Soses, concretamente, y en tan solo tres horas han cosechado cerca de mil kilos de melocotones que se hubiesen echado a perder, para trasladarlos a comedores sociales.

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"Nos llamó una familia que ya no estaba trabajando la tierra pero no querían desperdiciar la cosecha", cuenta Oriol Berenguer, coordinador de Espigoladors en Lleida. Gracias a la importante bolsa de 2.500 voluntarios con la que cuentan, en pocos días pudieron organizarse para ir a recolectar los melocotones.

Además, Berenguer asegura que los efectos de la sequía harán que grandes cantidades de fruta de hueso este año no lleguen al mercado: "ha habido mucha producción de melocotón, pero se han quedado demasiado pequeños". Por eso, confía en que la acción de este martes haya servido como llamada a que otros agricultores se sumen a la iniciativa y cedan la parte de la cosecha que no van a recolectar.

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Tras estrenarse en la provincia de Lleida, "ahora toca hacer el trabajo de darnos a conocer, que los campesinos sepan que estamos aquí", ha añadido Berenguer, orgulloso del trabajo realizado.

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Y por parte de los voluntarios, muchos de ellos se iniciaban en el espigueo por primera vez también, las sensaciones han sido "muy buenas", asegura el coordinador, "nos han pedido repetir pronto y que les mantengamos informados de las próximas convocatorias".

Desperdicio alimentario

Un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde en algún punto entre el campo y la mesa, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); sólo en la Unión Europea se desperdician 88 millones de kilos de alimentos al año.

En contra de estas estadísticas nació en 2014 la Fundació Espigoladors en Catalunya, la cual lucha por el aprovechamiento alimentario, fomenta el derecho a una alimentación saludable para toda la población y genera oportunidades laborales para colectivos en riesgo de exclusión social con varios proyectos activos.

“En la edad mediana y moderna, mujeres y niños entraban a los campos a cosechar las espigas que habían quedado después de la siega”, explica la Anna Gras, jefe de comunicación de la entidad, “nosotros recuperamos esta actividad con raíces milenarias para luchar por el aprovechamiento alimentario en los campos del sector primario”, sigue.

La fruta y verdura que recogen “es llevada entidades sociales con la idea que puedan ofrecer a sus usuarios un producto fresco” explica la Gras. "Nosotros promovemos que garantizar el derecho a la alimentación no solo quiere decir llenar barrigas, sino alimentarse de manera saludable y sostenible”, sigue. De hecho, la mayor parte de fruta y verdura espigada llega a la mesa de alguna familia en menos de 24 horas, a través de los circuitos de distribución gratuita.