Cataluña forma a trabajadores municipales para controlar pisos turísticos ilegales: llega la herramienta a 30 localidades

Dos turistas con maletas en el centro de Barcelona
Dos turistas con maletas en el centro de Barcelona. Europa Press
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BarcelonaLa Generalitat de Cataluña ha formado a equipos de inspección de una treintena de ayuntamientos del conjunto del territorio catalán para poder controlar los pisos turísticos ilegales con la plataforma de rastreo que permite identificar "de manera más eficiente" las ofertas de alquiler turístico que no cumplen la normativa.

El servicio de Inspección de la Dirección General de Turismo, del Departamento de Empresa y Trabajo, ha formado a los equipos de inspección de los consistorios que lo han requerido en el uso de la plataforma de control de alojamientos turísticos.

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El conseller de Empresa i Treball, Miquel Sàmper, anunció a mediados de enero que la Generalitat ponía a disposición de los ayuntamientos la herramienta de control de las viviendas de uso turístico ilegales, que permite identificar las ofertas de alquiler turístico que incumplen la normativa.

Los municipios que se han sumado a la coordinación de la inspección son: Lloret de Mar, Sitges, Castelldefels, Blanes, Valle de Boí, San Feliu de Guíxols, Llançà, Banyoles, Olivella, Ripoll, Tossa de Mar, Santa Arena, Platja d'Aro de Llobregat, Santa Coloma de Gramanet, Igualada, Mont-roig del Camp, Canet de Mar, Gavà, Tremp, Palamós, Castelló d'Empúries, Palafrugell, Vilanova del Vallès, El Masnou, Santa Pau, Sant Feliu de Llobregat, Cambrils, Torroella de Montgrí, Vidreres y Talarn.

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Unos 15.000 anuncios mensuales

Durante el año 2024, la Generalitat requirió a las plataformas comercializadoras que retiraran un total de 3.351 anuncios de alojamientos ilegales de toda Cataluña. El Ejecutivo catalán ha detectado entre 13.000 y 15.000 anuncios mensuales que no disponen del número de identificación, lo que supone un "indicio de irregularidad", y ha retirado más de 1.700 anuncios en 2024.

Sàmper defendió que el turista tiene "los mismos derechos y mismos deberes" que los residentes en Catalunya y, por lo tanto, les ha exigido la misma responsabilidad. También se mostró partidario de que el turista que reciba Cataluña "se sienta arraigado, sea innovador, sostenible y tenga responsabilidad".

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