Eutanasia

Noelia, la joven que pide la eutanasia, tendrá que seguir esperando: una jueza rechaza de nuevo levantar la suspensión cautelar

Noelia, la joven que pide la eutanasia, tendrá que seguir esperando: una jueza rechaza levantar la suspensión cautelar
Vista de la fachada de la Ciutat de la Justicia de Barcelona. ep
  • El Juzgadoa ha rechazado de nuevo levantar la suspensión cautelar de la eutanasia solicitada por una joven

  • La juez ya se pronunció en mayo en contra de levantar la suspensión cautelar: hay que esperar a la sentencia firme

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El Juzgado de Instrucción 12 de Barcelona ha rechazado de nuevo levantar la suspensión cautelar de la eutanasia solicitada por una joven de 24 años, tal como pedía la Generalitat, e insiste en que hay que esperar a que recaiga la sentencia firme.

La juez ya se pronunció en mayo en contra de levantar la suspensión cautelar y en una nueva resolución, consultada por Europa Press, mantiene esta postura y desestima el recurso en base a la ley que regula la jurisdicción contencioso-administrativo, según la cual las "medidas cautelares estarán en vigor hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin al procedimiento en el que se hayan acordado".

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La Fundación Abogados Cristianos, que representa al padre de la joven contrario a la eutanasia, ha valorado positivamente el decreto judicial: "No podemos tolerar que las administraciones públicas dediquen el dinero de todos para poner fin a vidas de personas vulnerables", ha dicho en referencia al recurso de la Generalitat.

La joven asegura haber sufrido "coacciones" por parte de su entorno

La joven ha declarado haber sufrido "coacciones" por parte de su entorno. Durante la vista ante la titular del Juzgado Contencioso Administrativo 12 de Barcelona el pasado mes de marzo, la joven ratificó su deseo de recibir la eutanasia y aclaró que no cambió de opinión, pero que se encontró con la oposición de su familia, que le llenó la habitación "de estampitas y de rosarios".

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El abogado de la Fundación Abogados Cristianos que representa al padre de la joven, José María Fernández, negó tras finalizar la vista las presuntas coacciones por parte del entorno, aunque expresó que "lógicamente ha habido gente luchando por su vida, insistiendo en que desistiera de su decisión", y reconoció que unos amigos le regalaron una cruz.

Sostiene que la joven tiene un trastorno obsesivo compulsivo que concurre con ideaciones suicidas y un trastorno límite de la personalidad que "vicia su decisión" y que la paraplegia que sufre, producida por un intento de autolisis, no le provoca ni dolor ni un padecimiento que sea insufrible, por lo que no encaja en las causas que la ley exige, en sus palabras textuales.

El abogado, que sostiene que la joven no está capacitada para tomar esta decisión, ha añadido que "ha tenido ideas suicidas prácticamente durante toda su vida" y que lo ha intentado en varias ocasiones.