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El acorde más largo del mundo con la armónica, un récord al alcance de Quim: "La gente estaba en un estado de meditación"

El acorde más largo del mundo con la armónica, un récord al alcance de Quim
El acorde más largo del mundo con la armónica, un récord al alcance de Quim. Cedida
  • Quim Roca ha llevado el poder de la respiración y relajación, mediante la música, a otra dimensión: "No se me hizo largo"

  • La armónica y la relajación han cambiado la vida a Quim: "Si no me la ha salvado, me ha convertido en la persona que soy ahora"

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Barcelona31 minutos con 31 segundos es el récord de acorde de armónica más largo del mundo que ha batido Quim Roca, el traductor de audiovisuales catalán que ha juntado su pasión por este instrumento y su experiencia como terapeuta de sonido para llevar el poder de la respiración y relajación, mediante la música, a otra dimensión.

"No se me hizo largo, pero pensaba que a la gente que me veía sí, pero fue todo lo contrario. Estaban en un estado de meditación que habían perdido la noción del tiempo", explica el artífice de un récord en una entrevista a Informativos Telecinco sobre un hito en el que ha evidenciado el poder del sonido como relajación.

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La prueba se llevó a cabo en el Festival Mundial de Armónica que se celebró en Alemania, donde Quim dejó sorprendido a los presentes durante media hora. Un intervalo de tiempo que le permitió hacer historia gracias a su habilidad con la armónica.

"Puedes llegar a un estado de relajación más fácil"

"Podría haber usado otra armónica, pero usé una grave que es la que uso a veces cuando hago acompañamientos de meditación. Es un sonido continuado en el que puedes llegar a un estado de relajación más fácil que si estás en silencio", explica Quim, quien utilizó la técnica de la respiración circular para completar el récord, aunque lo hizo a su manera.

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"Te permite soplar constantemente. Aprovechas como los músculos de la boca para inspirar a la vez que sigues soplando, pero lo que hice es darle la vuelta y lo hice aspirando", añade el hombre originario de Manresa sobre un récord que de entrada le pareció "un poco friki" llevar a cabo.

Todo empezó hace más de un año y medio, cuando le propusieron llevar a cabo este hito. Lo que le parecía algo bastante peculiar acabó por llamarle la atención para combinar sus dos grandes pasiones como son la música y la respiración: "Primero fui entrenando para alargarlo bastante. A veces tenía mucha saliva o me venían bostezos. No podía estar mucho rato".

Veinte minutos con los ojos cerrados

Sin embargo, la práctica desde el interior de su casa le llevó a conseguir la confianza necesaria para exhibir esta habilidad al público. "Lo hice en el Campeonato del Mundo de Armónica, que celebran cada cuatro años, serían como unas olimpiadas. De hecho había unas 2.000 personas", recuerda Quim

En este contexto, el de Manresa se convirtió en una de las grandes atracciones del evento: "Fue mejor de lo que pensaba, porque de seguida me relajé. La gente me escuchó con mucho respeto. Cerré los ojos y la primera vez que los abrí habían pasado 20 minutos".

Una calma de Quim que también transmitió a los presentes en la sala: "Cuando miré la gente también estaba con los ojos cerrados, en un estado de relajación". Ahí pensó que el récord podría haber sido de más minutos: "Podría haber tirado más. No se me hizo largo. Estaban en un estado de meditación que había perdido la noción del tiempo".

Pero una vez dejó de sonar la armónica, la tranquilidad se transformó en ovación: "Acabé y la gente se levantó a aplaudir. Tampoco me lo esperaba. La respiración se puede llevar a otros niveles, tanto a hacer récords, como a un nivel terapéutico", expresa Quim sobre un hito que ha ayudado a otras personas a relajarse.

"La armónica me ha salvado la vida"

Este instrumento musical se ha convertido en más que una pasión para el traductor de audiovisuales catalán, quien empezó a tocar la armónica pasada la treintena de edad: "Estaba en una época un poco convulsa de mi vida". Sin embargo, esta afición le llevó a descubrir la respiración, lo que le acabó por cambiar al completo.

"Me ayudó a superar traumas y adicciones. A través de la respiración entro en contacto con mi cuerpo y mis emociones. La armónica me ha salvado la vida, y si no me la ha salvado, me ha convertido en la persona que soy ahora", culmina Quim, quien a través de sus dos aficiones favoritas ha hecho historia con un récord del todo inusual que, para batirlo, se necesita tiempo y una habilidad única para dominar la respiración y la relajación.