Así son las peligrosas olas cuadradas que pueden aparecer en España

Olas cuadradas en la isla francesa de Ré. Wikimedia (CC BY-SA 4.0)
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Siempre se ha dicho que el mar es traicionero y no hay que fiarse de él. Esto se multiplica en el caso de las olas cuadradas, un fenómeno natural que es un hermoso espectáculo para la vista, pero también es extremadamente peligroso. Este fenómeno natural es más común en aguas poco profundas y se ha observado recientemente en zonas como la isla francesa de Ré (situada en la intersección de dos mares) o en el mar Egeo en la costa de Turquía, pero también en zonas costeras españolas como la del Cantábrico o el Atlántico, donde las condiciones de viento son cambiantes y favorecen la aparición de estos sistemas de oleajes que chocan entre sí.

Qué son las olas cuadradas y cómo se forman

Vistas desde fuera, las olas cruzadas (también conocidas como mar cruzado, mar a dos bandas o cruz del mar) son un precioso ejemplo de la naturaleza en su estado salvaje, pero también son extremadamente peligrosas. Estamos habituados a ver que las olas habitualmente se mueven en una dirección paralela a la costa. Sin embargo, en el caso del mar cruzado, se cruzan oleajes opuestos, cada uno arrastrado por un sistema meteorológico diferente, uno antiguo y otro más reciente (cada uno a velocidades distintas determinadas por el viento), lo que provoca que las olas del sistema más reciente se muevan en un ángulo oblicuo respecto del antiguo, cuyas olas continúan a pesar del cambio de viento.

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El surgimiento de este fenómeno natural ha sido objeto de estudio no solamente de científicos marinos, sino que los físicos y matemáticos lo consideran un ejemplo de la ecuación de Kadomtsev-Petviashvili, una ecuación diferencial que describe el movimiento no lineal de las olas y se utiliza a menudo para explicar los sistemas meteorológicos en interacción.

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Este efecto de la colisión de oleajes da como resultado visual una especie de tablero de ajedrez, en el que las olas se encuentran moviéndose en una disposición similar a una cuadrícula, de ahí su nombre. Un estado de mar cruzado es el resultado de varios fenómenos oceanográficos que ocurren cerca de la costa:

  • Refracción de olas: curvatura del oleaje debido a cambios repentinos y más o menos bruscos en la profundidad y la batimetría (el equivalente submarino de la altimetría). En otras palabras, es el proceso mediante el cual se cambia la dirección de una ola debido a la interacción con la topografía del fondo del océano.
  • Difracción de olas: curvatura de las olas debido a la interacción con características costeras y obstrucciones como acantilados, cabos o rompeolas. Provoca un cambio repentino en la dirección e intensidad de las olas después de pasar por una característica costera o una obstrucción en alta mar.
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De esta forma, cuando dos sistemas de olas crean una ola en ángulo oblicuo, puede interferir con las rutas de navegación y causar accidentes. Cuando estas olas, que se mueven en diferentes direcciones se encuentran y forman cuadrícula con forma de tablero de ajedrez, significa que hay corrientes de resaca debajo. Estas son una de las amenazas naturales más temibles en el mar y, en el caso de las corrientes de resaca bajo las olas transversales, son incluso más potentes y peligrosas que las corrientes de resaca normales. Es posible escapar de las corrientes de resaca nadando en paralelo a la costa, pero esa no es una opción viable cuando hablamos de estas olas cuadradas, ya que navegar a través de su sistema de cuadrícula es casi imposible.

Gran peligrosidad del mar cruzado

Si nos encontramos con este tipo de oleaje, lo suyo es huir a la mayor brevedad, pues tienen una gran peligrosidad. Estas olas cuadradas forman un patrón complejo con corrientes impredecibles y potentes olas que pueden alcanzar alturas considerables, de hasta 3 metros, lo que serían suficientes incluso para hundir una embarcación grande. Por supuesto, también son un peligro para los bañistas, pudiendo llegar a causar lesiones graves a quienes quedan atrapados, debido a que pueden arrastrar a la persona en varias direcciones a la vez, lo que dificulta salir de ellas y pueden provocar ahogamientos.

Es más fácil reconocer el patrón cuadrado de las olas desde fuera. Si estás dentro del agua, lo que probablemente notarás como primera señal de alerta será la sensación de nadar a contracorriente de dos corrientes opuestas mientras que el oleaje aumenta significativamente. Lo mejor al notar estas señales es no nadar demasiado lejos y salir del agua en cuanto notes que las olas se vuelven demasiado fuertes. En el caso de las olas cuadradas, la situación se vuelve mucho más peligrosa tanto para embarcaciones como para bañistas cuanto mayor sea la profundidad, así que quédate en las aguas poco profundas para una mayor tranquilidad y seguridad.

Lo que es un fenómeno que no se ve muy a menudo, podría incrementar su presencia con el paso de los años. En los últimos se ha observado que los sistemas meteorológicos se están volviendo cada vez más impredecibles, provocando patrones de viento inusuales. Cuando esto sucede y el viento se vuelve inusual, es posible tener dos direcciones de olas a la vez, ya que el viento juega un papel crucial en su formación. Si esta imprevisibilidad de los vientos persiste, será un claro indicio de que en el futuro cercano veremos cada vez más olas cuadradas.