¿Cómo influye el cambio climático en las inundaciones cada vez más frecuentes?

Los datos no mienten: desde el año 2000 han aumentado un 134% los desastres relacionados con inundaciones en comparación con las dos décadas anteriores.
Causas como el aumento de la temperatura del aire provocado por la emisión de gases de efecto invernadero se suman a otros más relacionados con la acción del hombre, como la desforestación.
¿Puedes luchar contra el cambio climático con lo que eliges comer?
Con el recuerdo todavía de la tragedia de la DANA que asoló la Comunidad Valenciana, el temor a que se puedan repetir las inundaciones es recurrente. Es un fenómeno a nivel mundial, ya que el cambio climático tiene una relación directa con la aparición cada vez mayor de aguaceros y que estos sean de una mayor gravedad en todos los continentes. Como datos para reflejar mejor sus consecuencias, en 2023 las inundaciones causaron 9,8 millones de desplazamientos en todo el mundo, según ACNUR (los datos de ese año son los últimos completos).
Relación entre cambio climático e inundaciones
Desde el año 2000, los desastres relacionados con las inundaciones han aumentado en un 134% en comparación con las dos décadas anteriores, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Este incremento no es casual, por lo que la ciencia ha estado estudiando qué estamos haciendo mal para que haya más inundaciones que nunca. Uno de los documentos más relevantes a este respecto es el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En este, podemos encontrar un pronóstico no demasiado esperanzador si continuamos sin tomar medidas realmente drásticas para frenar el cambio climático. Se prevé que las inundaciones extremas aumenten, ya que se alteran dos factores principales que las pueden causar: precipitaciones intensas por lluvias que duran más tiempo y precipitaciones repetidas (o una combinación de ambas).
Una de las posibles consecuencias del cambio climático (dependiendo de la zona, porque algunas regiones experimentarán una desecación del suelo, lo que podría hacer menos probables las inundaciones) es que se produzca un aumento de las precipitaciones, lo que tiene como posible consecuencia el desbordamiento de los ríos (inundaciones fluviales) y también otro tipo de inundaciones que se producen sin desbordamientos de masas de agua (inundaciones pluviales). En el caso de las primeras, son una catástrofe natural de relativa frecuencia en nuestro continente, pero en los próximos años, es probable que el cambio climático aumente la frecuencia de las inundaciones en toda Europa.
El aumento paulatino de las temperaturas se ve traducido en unas tormentas más frecuentes e intensas, lo que hará que se vean con una mayor frecuencia inundaciones repentinas. Este calentamiento global puede disminuir en algunas regiones las precipitaciones de nieve, lo que supondría a priori un descenso en el riesgo de inundaciones al comienzo de la estación primaveral, pero por contra, aumenta en zonas montañosas el riesgo de inundaciones que desborden la red fluvial. Según se refleja en el PNUMA, “el aire cerca de la superficie de la Tierra puede transportar alrededor de un 7% más de agua en su fase gaseosa (vapor) por cada grado centígrado de calentamiento”.
Hay que entender este fenómeno en toda su dimensión. Las inundaciones no solamente son un fenómeno meteorológico, sino que su aparición y consecuencias suelen ser el resultado de una combinación de factores que actúan y se magnifican por su interconexión: deforestación, cambios en los usos de la tierra (lo que puede desestabilizar el suelo), cambios en asentamientos humanos (más personas viviendo en zonas inundables), etc. Por tanto, ya no es solamente que llueva más y con mayor intensidad, sino que la capacidad de la propia naturaleza para absorber estas precipitaciones es menor a medida que la acción humana degrada el medio ambiente. Entrando a valorar específicamente la deforestación, es uno de los efectos de la acción del hombre con mayor relación con el aumento de inundaciones. Bien sea para la agricultura o la urbanización, la deforestación puede hacer que el agua de lluvia fluya con mayor rapidez a ríos o zonas bajas, aumentando el riesgo de aguaceros.
Urge reducir la emisión de gases de efecto invernadero
Una reciente investigación publicada en la revista Science titulada “Amplificación antropogénica de la variabilidad de las precipitaciones durante el último siglo” y llevada a cabo conjuntamente por el Instituto de Física Atmosférica (IAP) de la Academia China de Ciencias, la Universidad de la Academia China de Ciencias (UCAS) y la Oficina Meteorológica de Reino Unido evaluó la evolución de la variación de las precipitaciones desde el siglo XX. El resultado es claro: “la variabilidad de las precipitaciones ya ha crecido a nivel mundial (más del 75 % de la superficie terrestre) durante el último siglo, como resultado del calentamiento antropogénico acumulado”.
Según explica Zhang Wenxia, autora principal de la investigación: “El aumento de la variabilidad de las precipitaciones es principalmente una consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el hombre, que contribuyen a una atmósfera más húmeda y cálida. Esto invariablemente conduce a eventos de lluvia intensa más frecuentes, marcados por fluctuaciones más grandes entre estos extremos climáticos ”.
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) no solamente advierte sobre las consecuencias, sino que también valora cuáles deben ser las acciones que llevar a cabo para poder controlar (que no revertir) la situación, estabilizándola en cierta medida. Nuevamente, tal y como muestran los resultados anteriores, urge reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. “La ciencia del clima debe tenerse muy en cuenta a la hora de construir, adaptar y proteger nuestros hogares, comunidades, empresas e infraestructuras. Lo más urgente es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para poder controlar el aumento de la temperatura global mientras sea posible”.
Si este artículo te ha sabido a poco y quieres más información al respecto, te recomendamos consultar el documento “Inundaciones y cambio climático. Estudios y experiencias a nivel europeo en el primer ciclo de la Directiva de inundaciones” que recoge el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, ya que en sus 106 páginas vas a encontrar un repaso bibliográfico de todos los estudios disponibles a escala global y europea sobre el efecto del cambio climático en relación con las inundaciones.