Asturias transforma la bocamina del pozo Carrio en el primer invernadero subterráneo del país

Asturias transforma la bocamina del pozo Carrio en el primer invernadero subterráneo del país
El primer invernadero subterráneo del país, donde buscan nuevos usos a más de 5.000 kilómetros de galerías subterráneas. Informativos Telecinco
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Tras el cierre de la minería del carbón hace algo más de un año en Asturias, se están buscando nuevos usos a más de 5.000 kilómetros de galerías subterráneas. En la bocamina del pozo Carrio, en el concejo de Laviana, se ha creado el primer invernadero subterráneo del país, un proyecto pionero de agricultura minera.

Brilla el sol en la antigua bocamina del pozo Carrio, convertida ahora en el primer invernadero subterráneo del país: "Son espacios en los que hay unas condiciones de humedad y temperatura estables, muy estables", explican los especialistas.

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"Es una galería que se va metiendo por debajo de la montaña que a nosotros nos sirve para hacer pilotos de algo que queremos hacer a mayor escala, que es este cultivo bajo tierra", precisa Borja Sánchez García, consejero de ciencia, innovación y universidad.

Producir de forma sostenible y ser eficiente a nivel energético a la hora de cultivar

Un proyecto experimental y muy singular, por el espacio y "por lo que busca, que es la forma de producir de forma sostenible, y ser eficiente energéticamente con cultivos de interior", comenta Mamen Oliván, directora gerente del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida).

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Todo, en un ambiente controlado que prescinde de tierra y que aprovecha la corriente de agua que circula por el fondo de la mina: "Porque a medida que se baja a metros en la mina, pues va habiendo más temperatura y, según nos acercamos hacia las partes bajas de la mina, pues allí es donde circula el agua".

¿Qué se puede cultivar en estos pozos con hasta 5.000 kilómetros de galerías?

La idea es ver qué se puede cultivar en estos pozos con hasta 5.000 kilómetros de galerías: "Cultivamos brotes que se venden en restauración. También cultivos muy especiales, como wasabi, el guisante lágrima...". "Todas esas condiciones ambientales que en otros lugares hacen falta simular, aquí se dan prácticamente de manera natural", cuenta Javier Espina, confundador de Cantábrica Agricultura Urbana.

El objetivo es abrir una nueva vía de producción sostenible: "Que por un lado sean independientes de la climatología", sentencian los expertos. Es la agricultura del futuro, verde y resiliente al cambio climático.