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La 'cara B' del cambio climático en las personas: "En 50 años tendremos sociedades más impulsivas"

El calentamiento global desempeña un papel subyacente a la hora de configurar el carácter humano en el futuro
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Se suele hablar del efecto del cambio climático en las personas en el terreno de la salud: desde las consecuencias físicas a las relacionadas con la salud mental. Sin embargo, dentro de la infinidad de efectos que este fenómeno --causado por el propio ser humano-- conlleva, el carácter de las personas también se relaciona con la propia temperatura y otros factores meteorológicos.

En este sentido, no solamente estamos ante un escenario en el cual el clima configura nuestra forma de ser y nos afecta en el carácter. De acuerdo con la psicóloga clínica Anna Sibel, "el calentamiento global cambiará el carácter de las personas y en 50 años vamos a tener sociedades que van a ser mucho más impulsivas".

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Los fundamentos: la relación entre temperatura y funcionamiento del cerebro

La ciencia establece la temperatura de entre 20 y 24 grados como la más óptima para nuestro cerebro. Se demostró en un estudio publicado en Oxford Academics, que analizaba las temperaturas dentro del hogar y halló que el cerebro funciona mejor cuando se rodea de estos umbrales. Sin embargo, esto es sólo la punta del iceberg. En el ámbito de la psicología se relaciona el aumento de las temperaturas con un mayor índice de ansiedad. Sibel lo ilustra de la siguiente manera:

"El calor tiene efectos que no son muy buenos para nuestra salud: nos volvemos más irritables, reducimos nuestra paciencia, tenemos más insomnio y somos mucho más impulsivos". Ahora bien, explica la contraparte de este fenómeno: "cuando estamos en un espacio con temperaturas adecuadas, el cerebro libera más serotonina. De hecho, el Sol estimula la producción de esta hormona y por eso es común sentirnos mejor en días soleados, que no en días nublados", explica.

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El fenómeno del 'estrés meteorológico'

Para complementar el escenario anterior, la psicóloga clínica explica que, más allá del calor, hay también otros fenómenos meteorológicos que nos afectan a nuestro carácter. "Hay personas que en días nublados tienen más sueño y menos concentración. También la lluvia puede relajarnos o deprimirnos, aunque esto va en función de cómo es cada persona por individual. El viento incrementa nuestra irritabilidad, mientras que la humedad alta nos puede hacer sentir más lentos", ilustra.

¿Y qué hay de los cambios de presión bruscos? Sibel expone que "pueden darnos dolor de cabeza y producir cambios en nuestro humor". Todo ello se relaciona con el marco de la "meteorosensibilidad", un fenómeno que hace referencia a los efectos directos del clima y de las condiciones meteorológicas del ambiente directamente en nuestro cuerpo, y en cómo reaccionamos.

"El cambio climático creará sociedades más impulsivas"

El aumento globalizado de las temperaturas, explica Sibel, produce "cambios en los patrones de personalidad de manera globalizada, y que ya se pueden apreciar. A más calor, dormimos peor, estamos más irritables. Tendremos más conflictos interpersonales, los patrones del sueño cambiarán masivamente y las sociedades serán más impulsivas y emotivas en 50 años".

Aunque el panorama parece ir en una dirección única, la experta también expone el hecho de que "un calor moderado a nivel global también produce el efecto de estimularnos;; seremos más creativos e innovadores", señala. "En el futuro, los psicólogos no preguntarán '¿cómo te sientes?'; también '¿qué temperatura hacía cuándo te sentías así?'", concluye,