La vida frente al cambio climático: así está condicionando nuestros hábitos

Informativos Telecinco 18/12/2018 19:24

Aunque aún perduran los escépticos y entre ellos hay voces de reconocido peso internacional como el mismísimo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo cierto es que cada vez son más evidentes los signos que demuestran esa lucha de los expertos y científicos en hacer ver a la sociedad que el cambio climático no es una fábula ni una invención: nada más lejos. Es una realidad a escala mundial que desde ya está condicionando nuestro modo de vida.

Así lo recoge Science Alert haciéndose eco del artículo de Harrison Jacobs, de Business Insider, en el cual se incide en esa idea que recientemente el denominado Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático se ha esforzado en explicar: el cambio climático es un problema que debemos abordar de forma inmediata. Tan solo un aumento de medio grado en la temperatura mundial podría tener terribles consecuencias.

Concretamente, incrementaría las catástrofes que se producen normalmente en cada zona, haciendo que sean más severos, más intensos y más frecuentes, además de extenderlos hacia otros lugares: las regiones propensas a sufrir sequías sufrirían sequías aún mayores y más duraderas; las zonas que suelen experimentar olas de calor sufrirían temperaturas aún más extremas; los lugares con más huracanes verían como crecen aún más en número… Consecuencias todas de una situación que Naciones Unidas urge a cambiar en un tiempo límite de 12 años.

El cambio climático ya está condicionando el modo de vida

Con todo, los efectos del cambio climático se están produciendo desde ya y los vamos apreciando poco a poco, como subraya el citado Harrison Jacobs, quien se fija en la ciudad de Dubái como un ejemplo inmediato de la forma en que la urbe se está adaptando a la inclemencia del clima.

Con temperaturas que en verano rondan los 41 y 48 grados y una elevada humedad en el ambiente, hacer vida en el exterior se convierte en un verdadero desafío y hasta un calvario para aquellos que osen pasar demasiado tiempo en la calle. Por eso, Dubái muestra una tendencia que se puede extrapolar poco a poco a distintas urbes alrededor de todo el mundo: crear espacios interiores interconectados, todos ellos climatizados, en los cuales el visitante o usuario de ese espacio reduce al mínimo su estancia en el exterior.

De la casa o apartamento al coche, estacionado en su correspondiente aparcamiento interior. Del coche al trabajo y del trabajo… a inmensos centros comerciales que, –también con su parking interior–, brindan opciones de ocio destinadas a satisfacer todas las demandas posibles. Ese sería tan solo un ejemplo básico de lo que se está convirtiendo en una rutina para ciertos ciudadanos.

La tendencia lleva a hacia una suerte de centros comerciales convertidos en ciudades, con sus calles y sus plazas, sus distintos servicios y su distinta gama de productos y ofertas, continuamente renovándose…

Sin embargo, detrás subyacen muchas preguntas que cuestionan este modo de vida. ¿Qué sucede con aquellos que tienen menos capacidad económica? ¿Qué pasa con el cambio climático? ¿Realmente beneficia un modo de vida orientado (además de hacia el consumo) hacia espacios interiores interconectados, –todos ellos climatizados–, a mitigar el calentamiento global? Probablemente, las respuestas no inviten al optimismo, lo que prueba nuevamente que queda un largo camino por recorrer y ese camino ha de asumirse siguiendo la dirección correcta.