¿Cómo es un cielomoto?
La comunidad científica lo ha bautizado, con lógica, como skyquake. Este término hace referencia a un estruendo similar al que generan los terremotos. Todos los que hayáis asistido a un movimiento sísmico recordaréis con facilidad el ruido ensordecedor que se generan en la superficie durante los segundos que dura el fenómeno.
En el caso del cielo es exactamente igual, pero inequívocamente más confuso. Los testigos de diferentes regiones del mundo que lo han presenciado lo describen como un estruendo que, en el peor de los casos, llega a provocar un temblor que se percibe a nivel de superficie.
Puntos de Australia, Estados Unidos o América del Sur han asistido a distintos cielomotos, que no se prodigan por todo el planeta.
Pero, ese estruendo y el temblor consecuente tienen una explicación aunque la comunidad científica no termina en ponerse de acuerdo acerca de su origen. La opinión más extendida hace referencia a los choques de dos capas de aire: una cálida y otra fría. Ese encuentro genera una explosión, que daría lugar al temblor y a un ruido ensordecedor, que escuchamos a pie de tierra.
Otras teorías
Sin embargo, distintas fuentes especializadas en Meteorología no citan una causa exacta para este fenómeno. En gran medida, esta incertidumbre se debe a la falta de consenso entre la propia comunidad científica, que también piensa como posibles causas otros escenarios más plausibles:
Sin embargo, en todos estos puntos, hay un alto grado de controversia porque, en primer lugar, los cielomotos no son visibles. En otras palabras, no generan destellos de luz por lo que habría que descartar que su origen fuera el impacto de meteoritos.
También, tendríamos que desechar la teoría de los terremotos porque se ha comprobado y se han registrado diferentes destellos de luz cuando tienen lugar este tipo de fenómenos. El último, y uno de los más espectaculares, el que sacudió hace varios meses la ciudad de México. Expertos en Ingeniería Aeronáutica desmienten que los aviones supersónicos puedan ser la causa porque estiman que el sonido que producen en pleno vuelo no se asemeja al de los terremotos ni cielomotos.
Por estas razones, a día de hoy, uno de los mayores enigmas atmosféricos se explicaría por el choque de capas de aire diferentes: cálida y fría.
Un asunto de Estado
Los cielomotos no son un tema baladí. El propio ex presidente de EEUU, Jimmy Carter, llegó a elevarlo a investigación oficial para esclarecer su origen. Finalmente, nada quedó claro. Y es que el país norteamericano es uno de los primeros de la lista a la hora de aportar testimonios de terremotos en el cielo.
Ahora bien, todos los continentes los han registrado. Y, sorprende saber, por ejemplo, que Irlanda es el punto de Europa donde se han documentado más casos de terremotos en el cielo. En concreto, en Reino Unido, se han datado algunos en los últimos años, que llegaron a provocar daños materiales en viviendas de Dover y de Cornualles al sur de Inglaterra.
En todas las experiencias se repiten las mismas variables: estruendos, temblores y daños materiales en tierra firme en el radio de acción del cielomoto.
Sea como fuere, este tipo de fenómeno atmosférico sigue ocurriendo y la comunidad científica trabaja para revelar, de una vez por todas, si la explicación es puramente meteorológica o hay algo de razón en aquellas teorías más conspiranoicas.