La construcción de pozos petroleros pone en riesgo a 130.000 elefantes en Namibia y Botswana

  • La empresa ReconAfrica quiere extraer 31.000 millones de barriles de petróleo crudo en el delta de Okavango

  • En el santuario viven en torno a 130.000 elefantes y multitud de otras especies

  • La exploración devastaría el entorno y resultaría en más conflictos entre elefantes y humanos

La construcción de pozos petroleros en el delta del Okavango amenaza la vida de más de 130.000 elefantes en Namibia y Botswana, además de las poblaciones locales que viven, entre otras cosas, de la agricultura. Detrás del proyecto está ReconAfrica, una empresa de exploración con sede en Canadá que podría recibir licencia para indagar más de 35.000 kilómetros cuadrados de tierra.

“Hoy en día hay menos de 450 mil ejemplares que sobreviven en África, frente a los millones de no hace mucho: 130 mil de estos han elegido la región donde se decidió construir el campo petrolero como hogar”, informa la ambientalista Rosemary Alles de Global Marcha por los rinocerontes y los elefantes, en The Guardian.

La reserva de estos miles de elefantes es más grande que todo el territorio de Bélgica, y según la empresa canadiense podría contener hasta 31.000 millones de barriles de petróleo crudo. Si finalmente se construye, será la explotación más inmensa de la década.

Una condena para el entorno, los animales y las poblaciones locales

Otra preocupación de los ambientalistas es la escasez de recursos hídricos y cómo estos podrían mermar a causa de la exploración de petróleo.

Por si fuera poco, recientemente se encontraron los cadáveres de más de 300 ejemplares de elefantes muertos en Botswana por causas misteriosas. La ausencia de disparos y el hecho de que conservasen sus colmillos sugieren que no fue resultado de la caza furtiva esta vez, sino de alguna toxina natural que actuó como veneno en el agua estancada, probablemente.

El resultado del proyecto ReconAfrica, señalan expertos de diferentes organizaciones, sería, además de una devastación absoluta del entorno natural, una crecida de conflictos entre elefantes y humanos, ya que el ruido, la vibraciones y la propia presencia humana los desplazarían de su hábitat. Podrían alejarse de las rutas migratorias, como se ha observado en otras ocasiones, y acabar en aldeas próximas.

Por supuesto, los elefantes y los humanos no son los únicos que viven el delta del Okavango. Poblaciones de búfalos africanos, hipopótamos, jirafas, cocodrilos del Nilo, leones, guepardos, antílopes o rinocerontes se verán amenazadas. "Cabe destacar que el perro salvaje africano en peligro de extinción todavía sobrevive dentro del delta del Okavango y exhibe una de las densidades de manada más ricas de África", señala la web del santuario.