El curioso descubrimiento de unos pastelitos de crema guardados durante ocho años en un sótano

  • Pusieron las muestras en platos de laboratorio para averiguar qué tenían pasteles de crema viviendo en ellos

Matthew Kasson es un científico de la Universidad de West Virginia, EEUU, que estudia los hongos de los árboles y cultivos, pero el hallazgo de un hombre en su sótano levantó su curiosidad investigadora.

Colin Purrington publicó en su red social de Twitter unas fotografías de lo que había encontrado en su sótano, unos pastelitos de crema, conocidos en Estados Unidos como Twinkies, que habían permanecido olvidados durante ocho años, desde 2012.

Purrington, un apasionado de la ciencia, decidió abrir una y probarla para ver si los conservantes del dulce habrían sobrevivido tanto tiempo, pero fue una mala idea, ya que como aseguró en su Twitter: “Me atraganté. El que mordí era masticable, no dulce y olía a fruta podrida".

Una de las fotos del pastelito en particular intrigó al científico Kasson y su colega Brian Lovett. "Parece como un dedo de momia", en palabras de Kasson recogidas por Scientis. Los científicos se pusieron en contacto con el autor de las fotos y les envió los pastelitos para ser analizados.

Estudiaron los dulces perforando el centro con una herramienta de biopsia de médula ósea y luego extrayendo secciones transversales largas. Pusieron las muestras en platos de laboratorio con nutrientes de hongos para averiguar qué tenían pasteles de crema viviendo en ellos.

Pastel que parece ‘momificado’

Por el momento Kasson y su equipo solo han podido encontrar un moho común de cocina en uno de los pasteles. Pero del pastel que parece ‘momificado’ no han podido sacar nada porque según afirman los investigadores había tiempo que el moho ya se habría comido el pastel y muerto con posterioridad.

Este hallazgo hace caer un mito en estos pasteles ya que aseguraba siempre se mantenían frescos y podían durar décadas.

Se han dado casos en los que han encontrado estos pasteles totalmente intactos después de 44 años, y la explicación que dan es que al permanecer durante ocho años en un sótano, el lugar podría tener las condiciones adecuadas para “la colonización de los hongos”, afirmó Karsson, quien también destacó la importancia de los hongos. “El pan, la cerveza y el queso no existirían sin ellos, y los paseos por la naturaleza tampoco serían posibles”