¿A qué había venido yo aquí? Un estudio intenta explicar el 'efecto puerta'

  • Se produce cuando atravesamos una puerta y olvidamos lo que íbamos a hacer allí

  • Se puede producir con puertas o ventanas virtuales, como las del navegador web

  • Se produce cuando nuestro cerebro está ocupado y borra nuestra memoria

Entrar en una habitación y, una vez traspasada su puerta, preguntarse para qué habíamos ido hasta allí. Es un efecto muy común, que nos ha pasado a todos alguna vez. Ahora, un estudio de varios investigadores de la Universidad Bond en Australia, ha querido buscar una explicación a dicho fenómeno. Sus conclusiones sobre el llamado 'efecto puerta', conocido también como 'de actualización de ubicación', se han publicado en BMC Psychology.

El 'efecto puerta' es ese que se produce cuando olvidamos algo que estábamos pensando o una tarea que pensábamos realizar de manera inmediata, justo después de atravesar una puerta física o un cambio brusco de ubicación, como al entrar en una nueva estancia. Se produce comúnmente en las tareas cotidianas, repetitivas o en el entorno laboral cuando estamos realizando muchas tareas al mismo tiempo.

No hace falta que estar 'puertas' sean físicas, también pueden ser virtuales o metafísicas. Por ejemplo, se ha observado este efecto al cambiar de 'ventana de aplicación en un ordenador' o de 'ventana del navegador de internet'. Se produce un olvido de cuál era le motivo de visitar esa ventana o abrir determinada aplicación.

Se produce cuando nuestro cerebro está ocupado

Este efecto ya se había estudiado con anterioridad y hay estudios previos publicados, pero este nuevo análisis de este efecto de olvido apunta a que el efecto puede no ser tan pronunciado o directo como se sugería. En un nuevo estudio los científicos dicen que el efecto puerta parece ser real, pero solo cuando nuestros cerebros están muy ocupados.

La principal novedad de este estudio es que se ha utilizado la realidad virtual en 3D altamente inmersiva, para llevarlo a cabo. En él se pidió a 74 voluntarios que se movieran a través de varias salas 3D generadas por ordenador, pidiéndoles que trataran de recordar la presencia de varios objetos en los entornos, como conos o cruces de distintos colores. Siempre a medida que avanzaban por los diferentes entornos virtuales.

"Al principio no encontramos el efecto puerta en absoluto, así que pensamos que tal vez la gente era demasiado buena, porque lo estaban recordando todo", dice el psicólogo Oliver Baumann. "Pero entonces lo hicimos más difícil y les hicimos realizar tareas con su cerebro, como contar hacia atrás, mientras se movían para cargar de trabajo a su memoria".

Tras realizar esta fase del estudio el efecto puerta comenzó a aparecer de manera muy habitual, lo que concluye que dicho efecto se produce solamente cuando el cerebro se encuentra ocupado. Pero, además de esto, parece que la diferencia del entorno al que accedemos con respecto al que hemos abandonado también influye.

Los investigadores de este estudio afirman que no se trata tanto de las 'puertas' como las causantes de ese borrado de memoria, sino el hecho de pasar de un lugar a otro significativamente diferente. En otras palabras, es el cambio abrupto de escena lo que prepara nuestras mentes para recibir algo nuevo. Y es que, durante el estudio comprobaron que el efecto puerta se daba más a menudo cuando el cambio de entorno virtual era más radical.

Así, el estudio concluye que el efecto puerta es real, pero que no se da con tanta frecuencia ni era tan común como se pensaba anteriormente. Además, apuntan a que se produce cuando el cerebro se encuentra ocupado con alguna otra tarea de memoria fuerte y que, además, se da más comúnmente en cambios radicales de ubicación (por ejemplo, cuando en un ascensor pasamos de las plantas comerciales de un centro comercial a la planta del parking). Conociendo estos detalles, loas investigadores piensan que podremos enfrentarnos a este efecto puerta con nuevas armas.