Un error inocente de una persona deja sin madre a cuatro corzos: esto es lo que nunca debes hacer
Una persona acarició inocentemente a las crías de corzo al verlas solas en el monte
Esta acción hace que el olor del humano quede en los animales, lo que hace que la madre los abandone
Actualmente los pequeños se recuperan centro de recuperación de animales Cras Wwf Vanzago
Asustados, con hambre y sin su madre. Así encontraron los voluntarios de una protectora italiana a estos cuatro corzos que, explican, no habrían estado así de no ser por el error inocente de una persona. Desde el centro de animales aprovechan para aconsejarnos sobre algo que nunca debemos hacer, ya que pone en peligro a las crías.
Desde el centro de recuperación de animales silvestres Cras Wwf Vanzago informan de que “sin la intervención humana incorrecta, los corzos habrían crecido en la naturaleza con su madre”. Para evitar que se repita la triste escena de las crías abandonadas, nos dicen qué es lo que no debemos hacer cuando nos encontremos a estos animales por el monte.
“Incluso si los ves solos no son huérfanos, ¡es normal”, informan. “La madre se va para no llamar la atención sobre el cachorro, pero no lo ha abandonado: vuelve un par de veces al día para amamantarlo”.
Nunca toques a una cría en la naturaleza
Por ello, nunca debemos tocar a los animales que estén libres en la naturaleza, incluso cuando nuestra intención sea ayudarlos. Al tocarlos, dejamos en ellos nuestro olor, y esto puede hacer que la madre abandone a la cría.
“Si se tocan accidentalmente”, aconsejan, “se pueden frotar suavemente con tierra, hojas secas y musgo para disimular nuestro olor”. En cualquier caso siempre es mejor avisar a las autoridades pertinentes antes de intervenir.
Los cuatro corzos rescatados en Italia, como vemos en las imágenes que ha difundido el centro de recuperación que se encarga de ellos, están bien. Beben leche y juegan en el recinto que se les ha asignado, y quizá puedan ser devueltos a la naturaleza cuando alcancen la madurez. Tendrán que crecer, eso sí, sin su madre.