En lo meteorológico, la Nochebuena será despejada y no muy fría en todo el país (Península y ambos archipiélagos). Salvo en zonas donde tengamos bancos de niebla, os aconsejamos levantar los ojos del plato, dejar por unos minutos de lado la mesa familiar y disfrutar del espectáculo de la luna llena fría que no volverá a visitarnos hasta el año 2034. Es un verdadero regalo astronómico en Navidad.
Se le llama luna llena fría o luna llena de las noches largas porque estamos en los primeros días del invierno. En concreto, Nochebuena y Navidad son de los días más cortos del año en el hemisferio norte donde la Luna tiene una trayectoria muy alta en el horizonte, todo lo contrario que el Sol, que permanece muy bajo las pocas horas que ilumina.
Desde media tarde será de noche, y con tantas horas de oscuridad cuando la Luna alcance su punto más alto respecto a la Tierra, las temperaturas habrán caído a valores fríos, especialmente con las condiciones anticiclónicas y de cielos despejados que vamos a tener. Aunque durante el día los valores sean altos, al ocaso las temperaturas descenderán rápidamente acompañando en su trayectoria a nuestro satélite. Por eso, esta fase lunar tan especial recibe el nombre de la luna llena fría o luna de las noches largas.
Y es que cada luna llena del año recibe un nombre correspondiente a su mes. Por ejemplo, la de enero suele conocerse como la luna llena del lobo, mientras que la de febrero es la luna llena de la nieve. La de mayo es la de las flores y así hasta completar el calendario.
Este 24 de diciembre podemos ver la Luna a partir de las 19:09 y permanecerá visible hasta las 05:44. En ese momento su distancia respecto a la Tierra será de 375.02 kilómetros. Al encontrarse tan alta, cualquiera que se asome a verla disfrutará de su espectacularidad.
Sin embargo, esta última luna llena del año no será la única invitada a las cenas de Nochebuena, también tendremos un asteroide de apenas 2 kilómetros de longitud. Como es de esperar, no supone ningún peligro para el planeta ya que pasará a una distancia que representa 11 veces la que nos separa la Luna. De nombre 2003 SD220 volverá de nuevo en 2018 y lo que más ha llamado la atención de los científicos es su tamaño.
Durante los próximos dos siglos no se aproximará más de lo que esta vez hará. Hay que recordar que colisiones de rocas espaciales de un kilómetro de longitud con la Tierra suceden cada 100.000 años. Y el que acabó con la existencia de los dinosaurios era 10 veces más grande que 2003 SD220.
Por tanto, la noche del 24 al 25 podemos dormir tranquilos porque el asteroide no se cruzará con los renos de Papá Noel y esta espectacular luna llena iluminará su camino hasta cada una de nuestras casas.
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*Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.