La oruga procesionaria se adelanta por las temperaturas anormalmente altas de enero y febrero

  • El 'veranillo' a comienzos de febrero y la continuidad de las temperaturas primaverales han adelantado el brote

  • Se han visto sobre todo en el sur y centro y en provincias del litoral mediterráneo

  • Ya se aplican las primeras medidas de prevención contra la plaga de procesionaria

Cada año, con la primavera llegan los días de terraceo, de primeros chapuzones en la playa y de ferias varias que se celebran a lo largo de la estación en España. Pero también el mismo dolor de cabeza de siempre: la oruga procesionaria reaparece en nuestros parques y jardines. A nosotros nos provoca urticaria y posibles reacciones alérgicas. A nuestros perros y gatos, infecciones graves que pueden llevarles a perder la lengua e incluso la muerte. En 2020 el calor ha adelantado su brote.

Se han observado en cantidades considerables en localidades de Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Ceuta, Madrid, Murcia e Ibiza. Afectan sobre todo a pinos y cedros, que a veces mueren o, por el contrario, en bosques más maduros ven ralentizado su crecimiento y causan pérdidas cuantiosas.

Primeras medidas para prevenir la plaga

En algunas zonas, como en Móstoles (Madrid), ya se ha procedido a atacar los 'bolsones' de orugas mediante la fumigación y la endoterapia, que consiste en prevenir su proliferación desde el interior del árbol y es considerada una técnica respetuosa con el medio ambiente. El año pasado la capital sufrió la peor plaga de su historia a mediados de marzo. También en Cáceres se han 'limpiado' en torno a 200 árboles.

Un invierno con temperaturas primaverales

En lo que va de febrero, las temperaturas no han sido las normales para la época. La ausencia de precipitaciones en la mayor parte de España ha sido evidente y hemos tenido varios días en que el termómetro ha sido el propio de un mes de marzo o abril, es decir, de primavera, más que del invierno.

Tuvimos el bautizado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) 'veranillo' de invierno y por la Organización Mundial de Meteorología (OMM) 'Indian Summer in Winter', que dejó muchísimos récords de calor para el mes de febrero. Fueron muy significativos los 29,6ºC que se registraron en Valencia Aeropuerto el día 4.

Después algunas borrascas amagaron con romper la estabilidad anticiclónica (Herve, Ciara y, ahora, Dennis) pero ninguna ha llegado a lograrlo. De esta manera, tan sólo el norte y puntualmente otras zonas de España han visto llover, y las temperaturas han llegado a colocarse más de 10ºC por encima de lo normal para la fecha (promedio del periodo 1981-2010).

Esto ha provocado por un lado la floración adelantada de los almendros, que ya lucen como deberían hacerlo a finales de marzo y, por otro, el brote precoz de procesionaria. Si habitualmente salen de sus nidos a mediados de marzo, cuando las temperaturas son de entre 10 y 25ºC, para comer, desarrollarse y tejer el bolsón, este año se han encontrado con que las condiciones meteorológicas eran ya las idóneas para dejarse ver.

Un peligro para el medio, los animales y las personas

Constituyen un peligro para el medio ambiente, los animales y los humanos. Cuando llega la época en que empiezan a campar a sus anchas por las zonas verdes de nuestros alrededores, las autoridades recomiendan ponerle bozal a nuestro perro como medida preventiva, pero no sólo el contacto directo causa problemas.

Cuando la oruga procesionaria se siente molesta suelta sus 'pelos' urticantes, que viajan con el viento y cuyo veneno neurotóxico puede provocarnos hinchazón, picos y alergia. Por eso, tan sólo acercarse a un 'bolsón' puede traernos problemas. Lo mejor siempre es avisar para que las retiren. Los niños son los más vulnerables.