Conocida popularmente como hormiga blanca, las termitas son insectos neópteros, con una variedad de 3.000 especies, sociales, construyen termiteros y se alimentan de la celulosa de la madera. Su procedencia son los climas tropicales o subtropicales, pero cada vez se detectan más colonias en climas templados como la Reticulitermes flavipes o Zootermopis angusticollis, ambas llegadas a Europa desde Estados Unidos en 1930 y 1956, respectivamente.
Proceso de expansión en Tenerife
No son los únicos insectos que se alimentan de la celulosa de la madera, también existen las avispas carpinteras, la carcoma, las polillas y los gorgojos, entre otros, pero sí se encuentran entre las más destructivas. Como la subterránea que afecta a Tacoronte, municipio tinerfeño que vive en estos momentos una verdadera invasión que amenaza con extenderse a toda la isla. "Informaciones recientes indican que entre 2005- 2008, se detectó en Tacoronte la presencia de termitas subterráneas de la especie Reticulitermes flavipes, desconocida hasta entonces en Canarias", señala un bando del cabildo insular. "En esos años hubo constancia de incidencias en una urbanización de viviendas unifamiliares situada en la zona baja del municipio. En años posteriores han ido apareciendo nuevos casos. Parece evidente es que este tipo de termita se está aclimatando y está en pleno proceso de expansión", añade.
Situación desesperante del vecindario de Tacoronte
Y así es, su presencia se ha extendido y se ha convertido en una verdadera plaga que amenaza varios pueblos de la ínsula tinerfeña. Los insectos muestran un comportamiento feroz y son muchos los afectados que alertan de la velocidad con la que acaban con estructuras de sus casas como muebles y puertas. La situación de algunos vecinos, que se han llegado a gastar unos 5.000 euros en solucionar el problema, es alarmante y así lo denuncian día sí y día también en las redes sociales.
Intervención profesional
Según los expertos, que son los que tienen que hacerse cargo de este tipo de invasiones, es esencial que la actuación se lleve a cabo en toda el área afectada, ya que el tratamiento de una vivienda de manera aislada no soluciona el problema si no se lleva a cabo una intervención preventiva en las viviendas colindantes.
Cebos, lo más efectivo
La eliminación de las termitas subterráneas como las que están afectando a los municipios canarios se realiza con cebos que deben ser instalados por una empresa y personal acreditado."Hoy en día, el uso de cebos para el control de termitas es uno de los mejores métodos contra esta plaga de insectos, ya que permite usar la propia biología de la especie contra ella misma. Gracias al efecto de la trofolaxia (el paso boca a boca de alimento líquido de una termita a otra), se consigue dispersar de una forma altamente efectiva el insecticida por toda la colonia", señalan en la empresa Anticimex, especialistas en este tipo de ejecuciones. "Esta dispersión la realizan las mismas termitas una vez que entran al interior del termitero con el alimento envenenado. Este método de control consigue tratar no solamente a los insectos que consumen el cebo en las estaciones situadas en la superficie, sino también a las demás termitas que hay a salvo dentro del termitero, y por tanto, eliminar el problema en toda su dimensión", indican.
Maderas y enseres dañados, destruidos bajo control
La maderas dañadas deben ser retiradas y almacenadas en contenedores metálicos gestionados por la administración y destruidas siguiendo unos protocolos.
Colaboración ciudadana
Los ciudadanos pueden colaborar advirtiendo a las autoridades de la presencia de termitas, que pueden detectarse en los marcos de las puertas y de las ventanas por un cambio en la tonalidad y dureza de la madera, y no amontonar restos de poda y leña en contacto con el suelo y en zonas húmedas.