Kilauea vs volcán de Fuego en Guatemala: por qué este último es mil veces más destructivo

eltiempohoy.es 07/06/2018 13:55

No hay que olvidar que tanto uno como otro han tenido consecuencias irreversibles para sus respectivos países: miles de hectáreas calcinadas, un gran número de personas desalojadas de sus casas, riadas de lava, campos destruidos y millones de personas afectadas.

Sin embargo, la erupción del volcán Kilauea, en Hawái, no ha provocado aún victimas mortales, algo que sí ha ocurrido con el de Guatemala: en total, 99 personas han perdido la vida desde que comenzara a erupcionar, de los cuales 28 ya han sido identificados. Mientras, el número de desaparecidos llega a 197 personas, según informan los equipos de rescate.

Pero, ¿qué es lo que ha ocurrido para que sea tan destructivo?

1. La composición del magma

En el caso del Kilauea, es lava: roca fundida arrastrada a lo largo de unos cientos de metros por la ladera del volcán, que normalmente avanza cierta lentitud. Además, debido a la menor densidad del magma del Kilauea, se acumulan menos gases el aire.

Por el contrario, lo que expulsa el volcán de Fuego, es fluido piroclástico, una desagradable mezcla de cenizas, rocas y gases volcánicos que se desplaza rápidamente, y llega a alcanzar los 1000 grados centígrados. Esta mezcla es más mortífera y peligrosa que la lava.

2. La ubicación, clave

Pero no solo el fluido piroclástico ha sido determinante. El lugar en el que se ubican los volcanes es totalmente diferente. En Hawái, está dentro del Parque Nacional de los Volcanes, una zona en la que no hay viviendas (aunque en su expansión, ha destruido hogares y estructuras que se encuentran en los límites del parque).

En Guatemala, el volcán estaba situado en el centro-sur, a 50 km de la capital, por lo que su erupción dejó sin escapatoria a la población, que se había quedado para más inrri sin aeropuerto por las nubes de humo de casi 9,6 kilómetros en el aire.

3. Cuestión de tamaño y forma

El Kilauea tiene aproximadamente 1.200 metros de altura, mientras que el Volcán de Fuego alcanza más de 3.700 metros. Además, el Kilauea es un volcán hawaiano, es decir, un tipo de formación caracterizada por ser plana y con forma de escudo. Este tipo de cráteres liberan gases de forma pausada, y además la lava sale por los laterales sin mucha fuerza.

Por el contrario, el volcán de Fuego es, en realidad, un estratovolcán. Se caracterizan por tener una forma puntuaguda y rocosa, así como empinadas laderas que hacen que la lava corra a gran velocidad. Otro volcán de este tipo es el Teide, ubicado en Tenerife.