El caso Timothée Chalamet o cómo hacer creer al mundo que mereces un Oscar a los 29 años
El joven actor neoyorkino es uno de los favoritos para llevarse el Oscar a Mejor Actor
Lo haría con ‘A complete unknown’, un biopic sobre los primeros años del músico Bob Dylan
Timothée Chalamet enloquece a sus fans allá por donde va: un icono de la nueva masculinidad
Hay actores que construyen su carrera poco a poco y otros que irrumpen en la industria con una fuerza arrolladora. Y claramente, Timothée Chalamet pertenece a la segunda categoría. Desde que apareció en ‘Call Me by Your Name’ en 2017, su magnetismo en pantalla y su estilo único lo han convertido en uno de los intérpretes más versátiles y admirados de su generación. Pero su ascenso no ha sido casualidad. Detrás de su imagen de ícono de la moda y estrella de cine, hay un actor con una profunda pasión por su oficio, dispuesto a asumir riesgos y desafiar las normas de Hollywood. Y así lo ha dejado claro en su discurso tras ganar el premio a Mejor Actor que otorga el Sindicato de Actores (SAG), su primera gran victoria.
“No puedo restarle importancia al significado de este premio. Porque es lo que más significa para mí. Y sé que estamos en una industria subjetiva, pero la verdad es que estoy realmente en busca de la grandeza”, decía emocionado tras recibir el galardón. “Sé que la gente no suele hablar así, pero quiero ser uno de los grandes. Me inspiran los grandes. Me inspiran los grandes aquí esta noche. Me inspiró tanto en Daniel Day-Lewis, Marlon Brando y Viola Davis como en Michael Jordan, Michael Phelps, y quiero estar allí arriba”. Su sinceridad no ha pasado desapercibida y, por supuesto, su discurso en ha hecho viral en redes. Chalamet interpreta a un joven Bob Dylan en ‘A complete unknown’, y su mimetización con el personaje no ha pasado desapercibida.
Sé que la gente no suele hablar así, pero quiero ser uno de los grandes. Me inspiran. Y yo también quiero estar allí arriba
Este reconocimiento le llega después de cinco largos años preparándose para el papel, y quién sabe si podría dar la sorpresa en la gala de los Oscar del 2 de marzo, aunque todo parece indicar que el premio se lo llevará un recuperado Adrien Brody con ‘The Brutalist’. Lo gane o no, lo cierto es que Timothée Chalamet es una de las grandes estrellas del Hollywood actual. De su generación claramente es el que más ha brillado, y eso que cuando estudiaba en LaGuardia High School of Music & Art and Performing Arts, Ansel Elgort le quitaba todos los papeles principales. Pero mientras que la estrella de Chalamet ha ido brillando cada vez con más fuerza, la de Elgort se ha ido apagando a pasos agigantados, pese a protagonizar ‘Baby Driver’ o el remake de ‘West Side Story’ de Steven Spielberg.
Criado en Nueva York en una familia con raíces francesas, Chalamet creció rodeado de arte. Su madre era bailarina y su padre trabajaba en la UNICEF. Desde pequeño, tuvo claro que quería dedicarse a la actuación. Apareció, como tantísimos otros actores y actrices, como un personaje episódico de ‘Ley y Orden’ (Kristen Bell y los SAG Awards rindieron homenaje a la serie, rescatando a grandes estrellas que aparecieron en ella), o en ‘Homeland’, interpretando a Finn Walden, un interés amoroso de la hija del sargento Brody en la segunda temporada. Pero su gran plataforma fue, por supuesto, su papel de Elio en ‘Call me by your name’. No solo fue nominado como Mejor Actor en los Oscar, sino que puso su nombre en letras de oro. Todo el mundo estaba enamorado de ese joven veinteañero que sufría su primer desamor.
“Después de ver 'Cegados por el sol’ y ‘Yo soy el amor’, quería trabajar con Luca Guadagnino como fuera”, comentó Chalamet en una entrevista para Grazia. "Es uno de los directores más importantes y talentosos de nuestro tiempo. Nuestras interpretaciones son gracias a él, me hizo sentir cómodo en mi rol, a tener una gran confianza en lo que estaba haciendo”. La crítica se rindió a sus pies y el joven actor encadenó grandes proyectos sin parar, con muchos de ellos siendo nominados a los grandes premios de la industria. Así llegó ‘Beautiful boy’ con Steve Carell; ’Lady Bird’, con Saorsie Ronan; ‘Mujercitas’, dirigido por Greta Gerwig o ‘Día de lluvia en Nueva York’, con Woody Allen. Aunque esta última película no estuvo exenta de polémica, ya que Chalamet donó su sueldo a causas benéficas tras la cancelación del director neoyorkino por las acusaciones de su hija Dylan.
“Los tres protagonistas de esa película eran actores excelentes y fue un placer trabajar con ellos. Pero Timothée después anunció públicamente que se arrepentía de haber trabajado conmigo y que iba a donar todo su dinero, pero antes le juró a mi hermana que lo hacía solo porque estaba nominado al Oscar y su agente sentía que si renegaba de mí tenía más posibilidades de ganar”. Así lo contó Woody Allen en sus memorias, aunque afirmaba después que por supuesto no se arrepentía de haber trabajado con él.
‘Dune’ y su salto a las grandes producciones de Hollywood
Aunque Timothée Chalamet, en muy poco tiempo, ya era una estrella de Hollywood por derecho propio, no había pasado la frontera de cine de presupuestos más modestos a grandes superproducciones. Hasta que llegó Denis Villeneuve con su nueva adaptación de ‘Dune’. Chalamet consiguió el papel de Paul Atreides, que en su momento bordara Kyle Machlachlan, y gracias a ello, el actor se ha convertido en uno de los intérpretes más solicitados de toda la industria audiovisual. Pero es que el rodaje de ‘Dune’ fue un auténtico reto para el actor, ya que no estaba acostumbrado a semejantes proyectos tan enormes.
“El reto más grande fue el tiempo que llevó el proyecto”, explicó en una entrevista para Grazia. “Filmamos durante seis meses. Nunca había estado tanto tiempo en un set, lo más que había estado eran tres meses, y el promedio suele ser mes y medio. La idea de que esto fuera una maratón y no un sprint fue algo nuevo para mí. Cuando no has trabajado en una película de este tipo, particularmente cuando tus escenas terminan en varios clímax emocionales, el reto viene desde la perspectiva del rodaje y del calendario”. Y eso que estuvo a punto de ser Spider-man al comienzo de su carrera. Aunque Tom Holland se quedó el papel. Fue de los finalistas en el casting, pero no acabó saliendo como él esperaba, y claramente habría sido una carrera totalmente diferente.
Después de ‘Dune’ llegaría ‘Wonka’. Pese a que comenzó con una taquilla algo discreta, la cinta de Paul King se convirtió en el éxito inesperado de las navidades de 2024 y le consiguió una nueva nominación, más que merecida, a los Globos de Oro. Ahora, tras estrenar ‘A complete unknown’ y meterse a la crítica una vez más en el bolsillo, Chalamet está en una posición privilegiada para ganar su primer Oscar. Y quizá fuera justicia poética por su derrota con ‘Call me by your name’, una de las mejores actuaciones de su año. Él ya lo ha dicho: quiere ser uno de los grandes. ¿Y algo más grande en Estados Unidos que la leyenda de Bob Dylan? Aunque, si no gana el gran premio este próximo 2 de marzo, tampoco debería preocuparnos. Porque, de aquí a unos años, Chalamet ya tendrá su Oscar. De eso no nos cabe ninguna duda.
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