La alegría de los voluntarios que reconstruyen piezas y guían a los turistas en el Museo Naval de Madrid: "Es mi mayor ilusión”
Estos voluntarios se ofrecen para reconstruir piezas o guiar a los turistas
El Gran Museo Egipcio, del Cairo: una espectacular inauguración, entre luces y drones, tras 20 años de trabajo
Hay un museo que guarda un importante legado cultural: el Museo Naval de Madrid. Y lo hacemos de la mano de personas ya jubiladas que tenían ocupaciones muy distintas y que ahora se ofrecen como voluntarios, reconstruyendo piezas o guiando a los turistas, según informa Rocío González.
“Yo siempre digo que el Museo Naval es el mejor museo naval del mundo. Primero, dispone de la mejor cartografía que nos podamos imaginar”, confiesa María Asunción Sordo Sánchez, coordinadora de voluntarios. Ella antes tenía un trabajo distinto. “Mi profesión anterior, hasta que me he jubilado, era inspectora del cuerpo nacional de Policía”, resalta.
"La satisfacción más grande que te puedas imaginar”, asegura un voluntario
Ellos lo tienen claro. “Es impresionante, como edificio y como fondo de cultural. No tiene parangón con casi ningún país europeo”, explica Mariano Ostos Mota, voluntario cultural. Él ha sido tripulante de vuelo durante más de 30 años. “Cuando me jubilé, pues mi abuelo era capitán de navío y, como siempre me había gustado mucho la Marina, me apunté al museo y aquí estoy encantado de enseñarlo. La satisfacción más grande que te puedas imaginar”, reconoce.
No son ni mucho menos los únicos voluntarios aquí. “Me apasiona, sigo haciendo modelos hasta morir con las botas puestas. Esa es mi mayor ilusión”, afirma Luis Alejandro Fariña, director técnico del taller de modelismo en el museo.
También en el taller de modelismo, investigando y construyendo las maquetas. “Aquí todas las piezas son realizadas por nosotros, el disfrute de haber hecho un trabajo que luego, pues bien se expone o bien se va a algún sitio importante”, resalta José González, modelista voluntario. Auténticos entusiastas que ofrecen su tiempo y talento por amor a los barcos.