Serrat a Sabina, de ‘de jubilado a jubilado’: “Ahora quizás podamos hablar”

El cantautor catalán cree que la retirada de las giras le va a sentar "muy bien" al de Úbeda
Serrat, contra el edadismo: “No me molesta ser viejo, sino el trato que se da a los viejos"
Durante décadas, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina han compartido escenarios, aplausos y esa rara complicidad que no se ensaya pero tiene nombre propio: compadreo. Uno con acento mediterráneo y verbo preciso; el otro, con bombín y rima canalla. Ahora que el de Úbeda, a sus 76 años, se ha despedido oficialmente de los conciertos multitudinarios, ya puede unirse al club de los ilustres 'jubilados' de las grandes giras al que pertenece el Nano, de 81 años.

Preguntado en 'La ventana' de la Cadena Ser sobre si ahora que Sabina había confirmado su retiro musical, ambos podían hablar "de jubilado a jubilado", Serrat respondió en tono cómico que "ahora quizá podamos hablar". Y, ya más en serio, pronosticó que el dejar las giras atrás iba a sentarle "muy bien" al jienense porque ahora tendrá más tiempo para conectar con otros mundos artísticos que le interesan, como la literatura o la pintura.
La canción favorita de Serrat
Serrat y Sabina han mantenido un vínculo muy íntimo a lo largo de los años, y durante todo este tiempo no han dejado de lanzarse muestras de respeto y cariño. Recientemente, el cantautor catalán desvelaba cuál era su canción favorita de su hermano artístico: 'De purísima y oro', incluida en su disco '19 y días y 500 noches', un relato que miraba a la posguerra desde el blanco y negro emocional de un Madrid roto.
La conexión entre ambos queda reflejada en una anécdota que el propio Sabina contó hace años y que sucedió en un concierto suyo en Barcelona. Serrat estaba entre el público y Jimena, la mujer del de Úbeda, se dio cuenta de que el Nano estaba llorando mientras precisamente escuchaba esa canción.
Sin la tentación de volver
Serrat, retirado de los escenarios desde diciembre de 2022, ha confesado recientemente que no siente "la amargura de echar de menos el escenario para mejorar su vida", aunque también admitía que cuando ahora pisa uno se siente "revivido".
Sin embargo, tiene claro que no planea volver a las grandes giras. "Requieren sacrificios que ya no estoy dispuesto a asumir", subrayaba en una conversación con su biógrafo, Luis García Gil, recogida por 'El Debate'.
"Una de las cosas que más tiempo me ocupan es romper papeles... Hay que darle tiempo a la vida para deshacerte de cosas que son inútiles y que sólo pueden darte dolores de cabeza a los que quedan y tentaciones a algún yerno", bromeaba sobre la posibilidad de que en el futuro se publiquen borradores de sus canciones o escritos no aprobados.

