Pere Joan, Agustín Fernández Mallo y "Nocilla experience. La novela gráfica"

AGENCIA EFE 29/04/2011 08:50

"Tuvimos una intuición simultánea de que podíamos hacer algo juntos. Al tiempo que yo le preguntaba por algún guión para adaptar, él había pensado en el reto de convertir el segundo libro de la trilogía Nocilla en una historieta", explica Joan sobre los orígenes de la obra, recién publicada por la editorial Alfaguara.

El dibujante ya había colaborado en obras de Fernández Mallo como "Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus" o las diez páginas que realizó para "Nocilla Lab", el título que cerraba la saga.

Como ya sucediera en la novela original, "Nocilla experience" invita al lector a un viaje por historias inconexas, retazos de vida que discurren entre reflexiones abstractas y planteamientos de corte científico, ya que no en vano Fernández Mallo estudió Física.

"Curiosamente, las partes más complejas han sido las más sencillas para mí. Me muevo bien en el pensamiento abstracto y en el trabajo de hacerlo visible. Empujando, empujando, he acabado resolviendo la obra más extensa que he hecho hasta ahora", asegura Pere Joan (Palma de Mallorca, 1956) en una entrevista con Efe.

El autor requirió tres años para terminar el proyecto, realizado bajo una sola máxima: "He intentado ser fiel al texto de Agustín. Soy consciente de que él es muy generoso con la cantidad de referencias que incluye en sus textos, y consideraba que mi trabajo podía aportar visibilidad a muchas de sus imágenes", apunta.

"Fragmentos del texto son ideas, algunas muy originales, y la imagen tiene la cualidad de fijar la idea. He aportado inmediatez a la complejidad, al tiempo que introducía mi propia poética de la imagen. Es la idea de puzzle, de construcción de algo con elementos diversos", añade.

El trabajo cromático desprende un aroma familiar, cálido, plagado de atardeceres. "He buscado un tono que se acerca a lo crepuscular, pero que sin embargo es positivo. Por eso también es colorista. Muchos personajes tienen proyectos en marcha, piensan en algo creativo o al menos sorprendente. Eso es lo que he intentado mostrar: una sorpresa cómoda para el lector", señala Joan.

Las dudas principales surgieron a la hora de resumir, de escoger los hechos precisos para adaptar la novela al lenguaje del cómic. "La imagen ocupa mucho más espacio que la palabra, así que había que dejar cosas fuera. Esa ha sido mi obsesión. Eliminar elementos sin traicionar el conjunto", asevera el ilustrador.

"Quise sintetizar en imágenes todas las palabras que puedan ser traducidas a ellas. La portada es un ejemplo: se trata de la foto de la edición original, pero dibujada con mi trazo, sustituyendo las palabras de los imanes de nevera por pequeños fragmentos de viñetas del interior", detalla.

Responsable de títulos como "Duelo de caracoles", "Azul y ceniza" o "Mi cabeza bajo el mar" (premio a la Mejor Obra en el Salón de Barcelona de 1991), Joan define la historieta como "un medio de expresión de infinitas posibilidades".

"La imagen soporta la palabra y, en cierto sentido, la expande. 'Nocilla experience' tiene una gran cantidad de recursos que yo he intentado traducir de la forma más clara posible. El lector encontrará una versión muy de acuerdo con los supuestos literarios de Agustín, la confluencia de diferentes formas de arte", afirma.

El autor desconoce el término "sabático", y ya prepara la inminente edición de su nuevo trabajo. "Es un libro sobre un viaje que hice por el Río de La Plata, una especie de expedición con gente de muy diferentes disciplinas, tanto artísticas como culturales. Y también estoy con varios guiones que dibujaré yo mismo y que puede que tengan solamente un soporte digital", anuncia.

Julio Soria.