Lucas Vidal, el nuevo prodigio de la música de Hollywood

AGENCIA EFE 28/08/2010 18:16

"Soy un chaval normal", aseguró este madrileño en una entrevista con Efe realizada en el estudio que tiene en Santa Mónica, en Los Ángeles, pocos días antes de irse al festival de cine de Toronto, donde se estrena su próxima película, "Vanishing on 7th Street", del director de "The Machinist" y "Transsiberian", Brad Anderson.

Ese "thriller" es el séptimo largometraje en la vida de este creador de bandas sonoras, de personalidad inquieta y talento innato, que se divierte improvisando al teclado sobre obras de Bach y Chopin o reproduciendo de oído melodías de cine con un piano virtual en la pantalla de un iPhone.

"Me doy cuenta de que vivo a toda velocidad, pero es que si estoy parado me muero", comentó Vidal, que descubrió su vocación por la música a los 4 años y supo que quería dedicarse al séptimo arte cuando con 15 realizó un curso de verano en el prestigioso Berklee College of Music en Boston (EEUU).

"Me enamoré de aquello", explicó. Tres años después repetiría visita a Berklee con una beca para estudiar simultáneamente los cursos de "Composition" y "Film Scoring", de los que se licenció "summa cum laude".

"Hice historia en Berklee porque fui el primer alumno en grabar con una orquesta de más de 60 músicos", declaró el artista, que por entonces tenía 19 años.

Fue en Boston donde conoció en una clase de inglés a quien es hoy su socio, Steve Dzialowski, un belga con instinto para los negocios que estudiaba Music Business y con quien terminó fundando su actual empresa, MuMo Productions.

Junto con Dzialowski, Vidal logró convertir su proyecto fin de carrera en todo un concierto con más de 140 músicos en el emblemático Symphony Hall de Boston, auditorio sede de la orquesta sinfónica de la ciudad, que sirvió para poner melodía a un corto creado por la escuela de animación de Universal Studios.

Unos años trepidantes para este compositor que se vieron interrumpidos cuando, a los 21, se le detectó un tumor.

En plena vorágine tuvo que abandonar sus proyectos para regresar a España y luchar contra el cáncer, que superó tras tres meses de tratamiento.

"Ya lo tenía claro antes, pero la enfermedad me dio fuerzas para comerme el mundo. Me da igual que me cierren puertas, eso me da más motivación para seguir", afirmó Vidal, quien en Berklee aprendió la técnica de grabación empleada por John Williams ("Star Wars") y James Horner ("Titanic").

"Desde aquellos años me he dedicado de forma casi absoluta a componer. Es algo que me llena mucho, aunque tenga que estar gran parte del tiempo lejos de mi familia y de mis amigos", señaló Vidal, que reconoció que la última vez que se fue de vacaciones fue en 2005.

La experiencia de Boston fue el trampolín a Hollywood para el tándem Vidal-Dzialowski, que a pesar de su juventud logró poco a poco ganarse la confianza de algunos productores que, con la llegada de la crisis económica, buscaron invertir en nuevos talentos como forma para ahorrar costes.

"Todo ha sido llamando a puertas, luchando y sufriendo", comentó Vidal, quien todavía se considera un "novato" con mucho que aprender.

Afirma guardar una buena relación con colegas de profesión como John Ottman ("The Usual Suspects"), George S. Clinton ("Austin Powers") o españoles nominados al Óscar como Javier Navarrete y Alberto Iglesias, de quienes ha recibido algunos consejos.

En 2010, además del anunciado estreno de "Vanishing on 7th Street", Vidal puso música a "La isla interior" y cerró el acuerdo para componer las melodías de la próxima película de Jaume Balagueró, "Mientras duermes", en su decidido afán por compaginar Hollywood con el cine tanto europeo como latino.

Actualmente tiene dos proyectos más con Brad Anderson, así como la música de la cinta animada "The Inventors", y Summit Entertainment ha contado con él para "The Cold Light of Day", filme con Bruce Willis y Sigourney Weaver y cuya banda sonora grabará en los célebres estudios británicos de Abbey Road.