Lo suyo fue amor a primera vista. Varias décadas después aún están juntos. Son Clemente y Victoria: un matrimonio de Aguaviva que llevan casados más de 75 años. Su historia es de las que dejan huella.
Sus padres se la llevaron a Tortosa. No querían que siguiera viendo a Clemente.
Él marchó a buscarla allí. Ya juntos huyeron a Barcelona y se casaron por primera vez. La guerra los volvió a separar. Su segundo enlace, esta vez civil, llegó con un permiso. Pero el día más feliz fue éste: acabado el conflicto, por fin, pasaban por el altar.
Su secreto es sencillo. Un amor eterno que hoy parece sacado de un cuento de hadas: y es que 70 después todavía se siguen diciendo te quiero.