Carlos Urroz se enfrenta "al principio de una nueva década de ARCO"

AGENCIA EFE 12/02/2011 14:28

Uno de los principales aspectos que caracterizan la "nueva" feria, que comenzará el próximo día 16, es su reducción, con un pabellón menos, aunque con muchos contenidos.

"Cuando me nombraron director propuse hacer una feria más centrada en las galerías, en el mercado y en lo que es la leyenda de ARCO: feria internacional de arte contemporáneo", explica Urroz en una entrevista con Efe.

En este nuevo diseño ha repensado "todas las cosas que ocurrían alrededor, que han estado muy bien y que han tenido su interés, pero que había que replantearse si servían a la feria".

Algunos de estos proyectos han desaparecido, mientras que con otros, como el programa "Opening: Jóvenes Galerías Europeas", que reunirá a 19 galerías con sede en distintos países del continente con una antigüedad inferior a ocho años, se ha respondido a la petición de estas salas.

"Es la manera de recoger los intereses del sector más que imponer las ideas. Creo que los participantes se sienten reflejados en este diseño", señala Urroz, para quien es muy importante la presencia de las galerías mediáticas, "las que todo el mundo quiere ver".

Pero también existe "toda una generación de galeristas más jóvenes, con unos seis años de andadura y artistas que empiezan a tener una proyección internacional" y por ello se les ha dado entrada en la feria y presencia en el comité organizador.

Durante años, una de las reivindicaciones de los participantes ha sido la profesionalización de la feria, algo con lo que coincide su director.

Cuando todo va bien se pueden hacer 600 conferencias y otros programas, "pero cuando empiezan las cosas a flaquear hay que concentrar la atención y los recursos en la calidad de las galerías y en la de sus artistas", subraya.

En una mirada a treinta años de andadura la identidad de ARCO ha ido cambiando. "En los ochenta -recuerda Urroz- lo importante era involucrar a la gente, que se hablara de arte contemporáneo; en los noventa fue casi una universidad y en el dos mil se ha intentado centrarse más en el mercado".

Carlos Urroz reconoce la dificultad de hacer una feria en un momento en que el mercado no es muy potente, "aunque -precisa- vender no es el único objetivo".

"ARCO tiene que refrendar a un tipo de galerías, que se preocupan de sus artistas y que les mueven a un nivel importante. Por ello no todo tipo de galerías entran en la feria", añade.

En su opinión, se trata de una feria que combina mucho los galeristas con los coleccionistas.

"Se invita a coleccionistas y directores de museos e instituciones de todo el mundo. Es un punto de encuentro importante, con más de 200 profesionales y más de 150 coleccionistas internacionales, propuestos por las propias galerías", explica.

Además, al no tener un mercado tan fuerte, las galerías pueden apostar por presentar un artista nuevo o por hacer un estand arriesgado "como algunas están haciendo este año".

Con una entrada a 32 euros, ARCO se caracteriza por ser una de las ferias con más público. Sobre este punto "hay sentimientos encontrados".

"Es un gusto que la gente se interese por la feria, pero las masas no deben de molestar a la gente que ha ido a hacer su trabajo, que es vender arte o poder hablar con un crítico o un director de museo", dice Urroz.

En todas sus ediciones, siempre hay una pieza mediática y Carlos Urroz ya sabe de dos que este año van a dar que hablar, aunque no ha querido adelantarlo, ya que a él no le gustaría que centraran la atención.

"Hay estand muy buenos con piezas interesantísimas y al final toda la atención mediática va a artistas que lo que buscan es la polémica y juegan con la provocación como parte de su obra, en detrimento de la gente que hace las cosas con mucho rigor. Es injusto. Hay que apreciar lo bueno, lo que tiene contenido y no solo los fuegos de artificio", argumenta.

Con una reducción de más del veinte por ciento en su presupuesto, la perspectiva es un ARCO pacificado "en un año vital", en el que quedan como asignaturas pendientes intensificar la presencia de Latinoamérica, así como "saber transmitir mejor la feria después de la experiencia de un año como director".

"No he hecho nada que no quisiera hacer, aunque me hubiese gustado tener más tiempo", concluye.

Mila Trenas