Showgirls, creada en 1995, se convirtió en la peor película de la década de los noventa y en el peor drama de los últimos 25 años. Las críticas no decían nada bueno, pero ahora Jeffrey McHale ha hecho un documental para apoyar el film.
Un drama erótico que cuenta la morbosa historia de Nomi Malone, una bailarina que sueña con convertirse en estrella en Las Vegas, pero antes tenía que actuar en clubs de striptease. La película está llena de desnudos y contenido sexual y muchos la tacharon de “exagerada”. Pero es que esa era la intención del director, Paul Verthoeven, que tuvo que recoger siete Razzies, los premios anti-Óscar, entre ellos el de peor película, director y actriz. El guionista, Joe Eszterhas también fue culpado y tachado de misógino, aunque es el mejor pagado de Hollywood.
Pero sin duda, la peor parada de Showgirls fue la protagonista, interpretada por Elizabeth Berkley. Las críticas se cebaron con ella con perlas como “Elizabeth Berkley o está desnuda, o es irritante… o las dos cosas a la vez”. Solo tenía 23 años y acababa de salir de Salvados por la Campana, pero Hollywood le dio la espalda y acabó con su carrera. Hizo algunos papeles secundarios en televisión, en series como C.S.I, Ley y Orden o Sin Rastro; y creó un programa de televisión llamado “Pregúntale a Elizabeth” para ayudar a jóvenes inmersas en situaciones complicadas.
Ahora, más de dos décadas después, Jeffrey McHale ha creado el documental You Don’t Nomi, para analizar la hipocresía y doble moral de la crítica despiadada que sufrió la película. Mantiene que alabaron la violencia de Desafío Total o Robocop de Verhoeven, pero se ofendieron cuando cambió la sangre por el sexo. El título es un juego de palabras con el nombre de la protagonista para que en inglés signifique “tú no me conoces”.
El documental fue estrenado en Tribeca y ha llegado al Festival de Sitges y narra la historia de una protagonista que escapa de su pasado para reinventarse con su familia mientras descubre el poder de su sexualidad.
Con el paso de los años, Showgirls, que pretendía ser una moraleja sobre el poder corrompiendo la inocencia femenina, se ha convertido para muchos en una gran obra de culto.