La policía de Nueva York ha informado a los medios que el cuerpo del actor, Philip Seymor Hoffman, ha sido encontrado en el cuarto de baño de su apartamento de Manhattan con una jeringuilla clavada en el brazo.
El actor era un reconocido consumidor de drogas y su adicción le llevó, el pasado mes de mayo, a ingresar durante diez días en una clínica de desintoxicación cercana a Nueva York.
Según informa el Daily Mail, Hoffman se había separado hacía unos meses de la madre de sus tres hijos, Mimi O'Donnell. La expareja del actor, al parecer, se puso en contacto con David Bar Katz, el amigo que le encontró muerto, después de que Hoffman no acudiera a buscar a sus hijos: Cooper, de 10 años, Tallulah, de 7, y Willa, de 5.
Fue entonces cuando David acudió al apartamento del actor y le encontró muerto, al parecer, por una sobredosis de heroína.
Desde su separación, Hoffman vivía en un apartamento en el Greenwich Village y había reducido sus apariciones en público. El pasado mes de enero acudió al festival de Sundance pero declinó realizar entrevistas para los medios.