Ni una broma: el masaje tailandés ya es patrimonio cultural inmaterial

  • No es un remedio médico pero busca el reequilibrio de las energías del cuerpo

  • Regula la tierra, el agua, el viento y el fuego de nuestro cuerpo

  • Un ermitaño ideó 50 posturas para estirar el cuerpo y ahí empezó todo

El Comité intergubernamental de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, reunido en Bogotá, ha considerado el baile tailandés como patrimonio inmaterial. De hecho,el viceprimer ministro y ministro de Salud Pública, Anutin Charnvirakul, ha explicado que "preservar esta herencia de sabiduría ancestral es uno de los mayores éxitos del pueblo tailandés". Un ermitaño natural de la India concibió 80 posturas para estirar su cuerpo con el fin de prevenir y curar los dolores corporales y enfermedades del sistema circulatorio y respiratorio. Sus enseñanzas se transmitieron boca a boca hasta el siglo XV. Desde 1955 el colegio del Wat Pho enseña técnicas, aun que no son tantas se quedaron en 18.

El masaje tailandés llamado “nuad thai” se considera que forma parte de la ciencia, la técnica y las prácticas culturales de la medicina tradicional tailandesa. No es un remedio médico, sino una terapia manual en la que sus practicantes someten a los pacientes a una manipulación corporal destinada a coadyuvar al reequilibrio de las energías y la estructuración del cuerpo para tratar las dolencias supuestamente causadas por la obstrucción de las líneas “sen”, esto es, los canales que, según se supone, recorren el organismo humano y vehiculan los flujos energéticos vitales.

El objeto de esta manipulación es regular los cuatro elementos corporales: la tierra, el agua, el viento y el fuego. Para abrir los canales obturados, los terapeutas que practican el “nuad thai” efectúan toda una serie de manipulaciones utilizando sus manos, codos, rodillas y pies, acompañándolas de la aplicación de compresas calientes a base de yerbas para reducir las inflamaciones.

Actualmente se distinguen dos categorías principales de “nuad thai”: el terapéutico y el destinado al fomento de la salud. Sus orígenes se hallan en los cuidados dispensados antaño a las personas en las comunidades rurales del país, cuando en cada aldea había curanderos-masajistas para atender a los campesinos que iban a consultarles debido a las dolencias musculares ocasionadas por el duro trabajo de la tierra. Con el tiempo, esos cuidados empíricos se convirtieron en sistema de conocimientos formal, y hoy en día la práctica del “nuad thai” es una actividad profesional generadora de ingresos.

En 1985, se puso en marcha el Proyecto de Revitalización del Masaje Tailandés para impulsar y optimizar los conocimientos sobre este elemento del patrimonio cultural vivo, y se adoptó una iniciativa encaminada a constituir una agrupación de practicantes de este elemento del patrimonio cultural vivo que ahora celebra una reunión anual.

Otros galardonados llamativos

Entre los considerados patrimonio cultura se encuentran también el ‘pencak–silat’ y sus prácticas tradicionales en Indonesia. Además de su dimensión deportiva, el arte marcial tradicional denominado “pencak–silat” engloba aspectos relacionados con el ámbito mental y espiritual, la práctica de la autodefensa y el arte.

La peregrinación del Arbain también ha sido galardonada. En ella, millones de fieles que se dirigen a la ciudad santa de Karbala para visitar al Santuario del Imán Hussein. Muchas personas ofrecen sus disponibilidades de tiempo y de recursos para que los peregrinos puedan beneficiarse de servicios gratuitos durante su recorrido.

No se han olvidado de la práctica del arpa irlandés, la celebración del Perdón Celestiniano, La confección del ‘ak-kalpak’, típico cubrecabezas masculino de fieltro blanco con un profundo significado de carácter sacro, forma parte de la artesanía tradicional kirguís.

Entre los destacados también está el “silat”, un arte marcial de autodefensa y supervivencia muy arraigado en el archipiélago malayo. Sus orígenes se remontan a los albores del Reino de Langkasuka y, desde entonces, ha evolucionado hasta convertirse en una práctica refinada de entrenamiento físico y espiritual que integra el uso de indumentarias tradicionales, instrumentos musicales y diversos elementos específicos. El “Kwagh-hir”, representación teatral nigeriana, la práctica de la danza y la música tradicionales del Valle de Setesdal, El “Hatajo de Negritos” y “Las Pallitas” dos danzas complementarias, oriundas del Departamento de Ica, entre otras, también han sido consideradas por el jurado.