Se convirtió en Lawrence de Arabia después de que Marlon Brando y Albert Finney rechazaran el papel. Era una apuesta arriesgada, porque sólo había hecho papeles secundarios, pero su interpretación y su profunda mirada marcaron un hito no sólo en su carrera, sino en toda la historia del cine. La película recibió siete Oscar, pero él se fue con las manos vacías. Ninguno de sus otros papeles, en 'El León en Invierno' o en 'El hombre de La Mancha' consiguió superar esa interpretación. A finales de los setenta, Peter O'Toole cayó en el alcoholismo y no fue hasta 1987, con 'El último emperador', de Bernardo Bertolucci, cuando volvió a brillar. Aunque estuvo nominado ocho veces a los Oscar, no lo consiguió hasta 2003, cuando recibió una estatuilla honorífica a toda su carrera. Este domingo ha muerto en un hospital de Londres a los 81 años. Deja a sus espaldas 100 películas, una de ellas aún sin estrenar y una interpretación que ya es parte de la historia.