Renée Zellweger ha sido muy criticada e, incluso, humillada por Hollywood por sus excesivas operaciones estéticas. Apenas había conseguido papeles relevantes en los últimos años, pero la actriz ha conseguido resurgir de sus cenizas interpretando a Judy Garland con el que podría aspirar al Oscar.
Tras una década alejada del cine, Renée Zellweger acaricia su segundo Oscar. Lleva años repudiada por Hollywood criticada por negar abusos de Harvey Weinstein y por sus operaciones estéticas. Quien fue la novia de América arrastraba una depresión desde 2010, pero un aplauso entre lágrimas en el Festival de Toronto le devolvió la vida.
Renée Zellweger interpreta a Judy Garland antes de morir lastrada por el alcoholismo, un papel simbólico para una estrella que vivió su final y que demuestra que quien ríe el último lo hace mejor. La actriz asegura que Judy “era heroica y me enamoré más cuanto más aprendí de ella” , seguro que encontrarse con este papel le ayuda a “continuar y seguir en torno a las dificultades”.