Se ganó los aplausos del público por arrancar la tarde recibiendo al toro a portagayola pero los aplausos se tornaron en gritos de terror. David Mora era sacudido y corneado dos veces por el primer toro. El impresionante susto provocaba hasta lágrimas entre los aficionados. No habían pasado unos minutos cuando el segundo de la tarde volteo a Antonio Nazaret dispuesto a hacer un quite. El revolcón le lesionó los ligamentos, salió cojeando hacia la enfermería. Este mismo toro reservaba más momentos de tensión. Jiménez Fortés se tropezaba aunque pudo continuar la faena fue al entrar a matar cuando el toro le corneó. Con los tres toreros en la enfermería la corrida quedó definitivamente suspendida, algo que no ocurría en las Ventas desde mayo de 1979.