Emilia Clarke se ha convertido en toda una super estrella tras haberse puesto bajo la piel de Daenerys Targaryen en las ocho temporadas de la mítica serie de HBO, 'Juego de Tronos'. Lo que nunca hubiese nadie imaginado a raíz de su impecable trabajo, es todos los problemas de salud que la actriz atravesó durante los rodajes, e hizo públicos durante el programa de televisión "Sunday Morning" en BBC en donde promocionó su obra de teatro 'La Gaviota'.
En la entrevista, la actriz reveló que mientras grababa la serie que la catapultó a la fama sufrió dos aneurismas en 2011 y 2013 y que gracias a ellos, hoy la deberían haber dejado sin la capacidad de habla y dejó en claro que es consciente que "pertenece a una muy pequeña minoría" de personas que sobreviven a esos problemas. Casi un milagro.
Durante la entrevista la joven explicó que ambos ataques le han dejado algunas partes del cerebro inutilizables y que luego de sufrir ambos episodios ha tenido largos periodos de recuperación que le atribuyeron "el dolor más insoportable". "Porque los accidentes cerebrovasculares, básicamente, tan pronto como cualquier parte de tu cerebro no recibe sangre por un segundo, desaparece. Y así, la sangre encuentra una ruta diferente para moverse, pero luego, cualquier parte que falte, desaparece", explicó a la BBC.
Además, la joven confesó que fue muy útil para superar su situación que la producción de Juego de Tronos la animaran y la mantuvieran activa, "le dieran un propósito" en medio de un momento de oscuridad en su salud.
Los efectos que la actriz sufrió luego de los ataques fueron la afasia, un trastorno que dificulta la capacidad del habla y la escritura por lesiones cerebrales y es por ello que luego de largos periodos de recuperación y tratamiento pudo obtener de nuevo su capacidad de habla. Es allí cuando recordó y admitió que es destacable que hoy pueda realizar una obra de teatro de dos horas sin olvidar ninguna línea y que pueda vivir con normalidad: "Que pueda hablar y articular palabra es algo a remarcar y también lo es que pueda vivir mi vida con total normalidad sin absolutamente ninguna repercusión", confesó.
Debido a los ictus que ha padecido en pleno auge de su carrera, la actriz de 35 años ha creado una fundación llamada 'Same You' en Estados Unidos y el Reino Unido para recaudar dinero y ayudar en los tratamientos para víctimas de lesiones cerebrales y accidentes cerebrovasculares.