Hablamos con jóvenes discriminados en discotecas por su corte de pelo: “Los porteros nos dijeron que no cumplíamos los requisitos de higiene”

No es secreto que, en España, hay discotecas y espacios de ocio nocturno que se amparan en el derecho de admisión para discriminar a sus clientes en función de la estética. Si vistes “bien” según el portero del local, puedes entrar. Si llevas un peinado no normativo, estás vetado.

Rocío, Sara y Aitor hablan de sus experiencias de discriminación: “Me dijo que un tío con pelo largo no entraba”

La discriminación estética afectó en primera persona a Rocío M., una joven de 20 años que estudia en Barcelona. “Hay una discoteca a la que yo sé que no puedo entrar, pero ni yo ni nadie que vista un poco diferente”, confiesa. Rocío tiene un corte de pelo degradado y una de sus amigas lo lleva teñido de colores fantasía. Ninguna puede acceder al local en cuestión, mientras que el resto de sus amigos sí.

“La última vez los porteros nos dijeron que no cumplíamos los requisitos de higiene y cuando le insistimos para ver a qué se refería, uno nos soltó un comentario homófobo. Yo me quedé en shock y no dije nada, pero un amigo dijo que iba a llamar a la policía. Ahí se tranquilizaron, salió el encargado y todo. Nos dijeron que era un malentendido, pero ya no quisimos entrar. Esto fue hace unos meses, pero sé que sigue pasando”.

Sara S., madrileña de 18 años, vivió una experiencia muy similar. “Mis amigos iban a ir a una discoteca de Madrid en Nochevieja y yo quería ir con ellos. Al ir a la web para comprar las entradas me di cuenta de que había que marcar la típica casilla de ‘acepto…’, y vi que ponía que no admitían ni el pelo teñido de colores ni rapado. Antes de comprar la entrada, decidí hablarles para saber si iba a poder entrar o no”, comparte. En las conversaciones, la discoteca dejaba claro que no aceptaban el pelo morado ya que no encajaba en el código de vestimenta. Tras explicar que iba a compartir la conversación en redes sociales, Sara fue bloqueada.

No son casos aislado. “Fui a ver a mis amigos a Madrid y salimos de fiesta, pero no me dejaron entrar en la discoteca”, explica Aitor M., asturiano de 23 años. “Le pregunté al puerta que por qué y me dijo que no encajaba con las reglas del sitio. Me quedé un rato insistiendo y al final me dijo que con un tío con pelo largo no entraba ni de coña allí”, explica el joven. Finalmente, se fueron a otra discoteca “porque el puerta del local se puso verbal y físicamente violento”.

¿Es legal que te prohíban entrar a una discoteca por tu peinado?

Marisol López Agudo, abogada, explica que “el derecho de admisión en un local abierto al público general no puede amparar discriminación alguna, tampoco por la apariencia física porque podría atentar contra la dignidad de la persona y el libre desarrollo de su personalidad”.

La experta añade que “la reserva del derecho de admisión se fundamenta en la garantía de que los espectáculos y el ocio se lleven a cabo sin que haya personas que los alteren con comportamientos violentos u ofensivos, no sirve para amparar que el dueño de un local admita a personas afines a sus creencias o gustos, ni para expulsar a personas con las que tenga enemistad o que no le gusten”.

Tal y como López matiza, si una discoteca no te deja entrar por estos motivos, no es suficiente con alegar que se reservan el derecho de admisión, pues “tienen que justificarlo y para ello deben contar con carteles visibles, también establecerlo en las entradas (tickets) si fuere el caso, donde aparezcan todas las normas de admisión y entre ellas la que según ellos estarías transgrediendo”. A mayores, “Es importante comprobar que las normas están visadas por la administración competente ya que existen procedimientos regulados para que los locales puedan obtener la autorización para imponer normas especiales al derecho de admisión, además de las generales relacionadas con comportamientos violentos, limitaciones de edad, alcoholismo o higiene. En determinados casos, las Administraciones puedes autorizar un dress code, pero siempre basado en criterios objetivos y justificado por el tipo de evento”.

¿Qué hacer si la discoteca te deja fuera por tu apariencia?

Como la abogada ha dejado claro, hay que tener en cuenta en primer lugar si el derecho de admisión estaba justificado con carteles visibles o en las entradas del evento. De no ser así, explica el procedimiento a seguir:

“Si consideras que estás sufriendo discriminación puedes solicitar una hoja de reclamaciones en el propio local, que está obligado a entregártela con las instrucciones precisas para rellenarla”, explica Marisol López, a lo que añade que “también cabe la posibilidad de llamar a la policía, que iniciará el procedimiento correspondiente investigando si el local ha podido incurrir en algún incumplimiento”.

¿Qué es la discriminación estética?

El concepto de discriminación estética hace referencia a cualquier forma de discriminación basada en motivos puramente estéticos, como el peso, la forma de vestir, el peinado, la presencia de tatuajes o piercings, etc.

Este tipo de discriminación tiene lugar en diferentes parcelas de la sociedad, entre ellas, la laboral. Encontramos el ejemplo perfecto en la historia de Alba Nevado, que en mayo de 2021 compartía como una empresa de azafatas la había tratado como un problema por usar una talla 46. Lamentablemente, no se trata de una historia excepcional, sobre todo en ciertos ámbitos profesionales de cara al público en los que la apariencia es la prioridad y la gordofobia suele ser la norma.

Otra área en la que la discriminación por motivos estéticos tiene gran presencia es el ocio nocturno, y es que, como hemos visto a través de los testimonios previos, muchas discotecas niegan la entrada a personas con una apariencia no normativa amparándose en su código de vestimenta y en el derecho de admisión.

No es casualidad que este tipo de experiencias desagradables las suelan sufrir más personas racializadas, tal y como señaló el estudio ‘Reservado el derecho de discriminación’ de SOS Racismo. De 33 locales visitados por personas extranjeras, en 15 se produjo un trato discriminatorio y en 9 se les denegó la entrada.

También es habitual que la discriminación se dirija hacia personas del colectivo LGTBIQ+, pero a menudo se utiliza la excusa de la ropa, el peinado o la presencia de tatuajes para camuflar la homofobia y la transfobia.

En cualquier caso, las víctimas de la discriminación estética tienden a guardar silencio y a escoger otro lugar para salir de fiesta para no lidiar con un desagradable conflicto. Si bien es una decisión respetable, es fundamental conocer los derechos que la abogada Marisol López ha señalado.