Inés Gutiérrez 26 FEB 2025 - 20:40h.

MadridExisten diversas opiniones y lo cierto es que es probable que no sea el mejor invento de la historia, pero pocas dudas hay de que los ascensores llegaron a nuestras vidas para hacerlas un poco más sencillas (y en algunos casos, para solucionar un problema de accesibilidad inmenso). Es la mejor opción cuando estamos cansados, también nos ayuda a subir peso a casa sin desfallecer en el intento y permite que los edificios puedan ser más altos sin tener que estirar y calentar antes de acceder a las plantas más elevadas. 

El ascensor, como decimos, es un gran invento y, con el paso del tiempo, se ha podido ver qué funciona y qué no a la hora de construirlos, por eso sorprende poco que la gran mayoría tengan algunas cosas en común, como el hecho de contar con espejos en su interior. 

Podríamos pensar que es una mera cuestión de coquetería, al fin y al cabo, a nadie le gusta salir a la calle con un aspecto descuidado, porque no hemos visto que tenemos el pelo mal colocado, la chaqueta mal puesta o una mancha que no nos hemos quitado en la cara. Todo esto se soluciona en el breve trayecto en ascensor, durante el que podemos mirarnos al espejo y poner solución a estos pequeños problemas. 

Parece que esta es una opción sensata a la hora de explicar por qué los ascensores tienen espejos, pero lo cierto es que no es el motivo real, al fin y al cabo, rara es la casa que no cuenta con un espejo en el que poder hacer esto mismo antes de salir. No es una cuestión estética y tampoco forma parte de una moda, la seguridad tiene mucho que ver en este pequeño detalle que, en realidad, no es tan pequeño. 

Por qué los ascensores tienen espejos

El hecho de que una gran parte de los ascensores tengan espejos es una cuestión que, como hemos señalado, responde a motivos de seguridad para quienes se montan en él. Los espejos ayudan a crear sensación de amplitud, como sabe todo aquel que haya tenido que decorar una casa, por lo que tenerlos en el interior de este espacio pequeño y cerrado, ayuda a que mucha gente evite sentir claustrofobia, o miedo a esos espacios pequeños y cerrados. La sensación que se tiene es de mayor amplitud y menos agobio, lo que hace el trayecto más llevadero. 

Además, los espejos crean la sensación de estar siendo observados, lo que hace que mucha gente se lo piense dos veces antes de tener un comportamiento poco afortunado durante el ascenso o descenso. El reflejo también puede ayudar a las personas con problemas de movilidad o movilidad reducida a entrar y salir con mayor facilidad del espacio, viendo en el reflejo por dónde pueden moverle y la distancia y espacio que tienen. 

No podemos olvidar la última de las funciones del espejo, que es entretenernos con nuestro reflejo haciendo que el viaje parezca más corto, un truco que también funciona con los canarios, para que se entretengan y no se sientan solos.