Es difícil perdonar una infidelidad: varias parejas explican cómo afectó a su relación

  • Es tan respetable la decisión de cortar por lo sano, como la de perdonar y seguir adelante, pero para perdonar hace falta dejar atrás los reproches

Pensamos que una infidelidad es algo que sólo sucede en los programas de televisión, pero todas las personas en algún momento tenemos que enfrentarnos a esta desagradable situación, ya sea como protagonistas de la historia o como espectadores.

¿Quién no tiene un amigo que ha sido infiel o al que le han puesto los cuernos? Y cuando eso sucede, todo el mundo lo tiene claro: “yo jamás pondría los cuernos” o “yo jamás perdonaría una infidelidad”. Del dicho al trecho hay un hecho, y para demostrarlo hemos preguntado a varias personas que engañaron a sus parejas. ¿Qué nos impulsa a cometer una infidelidad? ¿Es posible perdonar? ¿Y olvidar?

¿Por qué algunas personas son infieles?

Según la encuesta 'Tendencia del adulterio en España', realizada en 2014 por el Instituto IPSOS, el 26% de mujeres y el 35% de hombres han sido infieles a sus parejas. Si un cuarto de la población es capaz de engañar a su pareja, es necesario plantearnos una pregunta antes de lanzarnos a la yugular y juzgar a estas personas: ¿por qué lo hacen?

Leire (24 años): "No fue algo premeditado. Salí de fiesta, bebí más de la cuenta y me besé con un desconocido del bar. Mi novio y yo habíamos discutido porque últimamente pasábamos muy poco tiempo juntos. Esa noche se me juntó el despecho, la falta de autoestima y que un chico me hizo caso".

Arturo (22 años): "En mi caso le puse los cuernos a mi novia con mi ex. Estábamos empezando, sólo llevábamos un mes, y no había superado la ruptura. Supuestamente mi ex y yo habíamos acabado como amigos, y un día que quedamos para tomar algo acabamos en su casa. Me sentí fatal y no dije nada a mi ex hasta siete meses después".

Miguel Ángel (19 años): "Fui infiel por inmadurez y por miedo. Era mi primera relación seria y me agobié muchísimo. Mis amigos empezaron a meterme presión y a vacilarme, y para demostrarles que se equivocaban me enrollé con una compañera de la universidad".

Carolina (25 años): "En mi caso no hubo cuernos físicos, pero sí emocionales. Conocí a un chico por Internet y estuvimos hablando durante meses. Llegué a pillarme por él. Nunca hicimos sexting ni tampoco le confesé lo que sentía, pero llegó un punto en el que le prestaba más atención al móvil que a mi novio. Tras 5 años de relación, creo me enganchó la sensación de enamoramiento inicial".

Raúl (22 años): "Empecé a tontear y a hablar mucho por Instagram con una chica de mi instituto que siempre me había gustado. Pensaba que no era nada grave y que simplemente eran bromas entre amigos. La situación empezó a subir de tono y me di cuenta de que estaba haciendo algo mal porque se lo ocultaba a mi pareja. Si fuese una conversación inocente, no habría pasado nada porque lo viese. Supongo que me subía la autoestima que mi amor platónico de toda la vida me hiciese caso".

Se puede perdonar una infidelidad, pero hace falta esfuerzo

Es tan respetable la decisión de cortar por lo sano, como la de perdonar y seguir adelante, pero para perdonar hace falta dejar atrás los reproches y evitar sacar a relucir la infidelidad en todas las discusiones, aunque no tengan nada que ver con el desliz.

Leire: "Mi novio me perdonó porque fue una cosa de una sola noche. Se lo conté al día siguiente y me entendió. Nunca volvió a sacar el tema, aunque yo estuve sintiéndome culpable durante meses. Desde el minuto cero él olvidó lo que pasó y se portó genial, pero yo tardé un poco en dejar atrás el pasado".

Arturo: "Al principio mi novia me perdonó. Como había sido al principio, me dijo que no tenía importancia. Con el tiempo empezó a ponerse muy celosa de mi ex. Me pidió que la bloquease y que cortase todo el contacto. Después empezó a ponerse celosa de otras chicas. Al final rompimos porque ni ella ni yo podíamos seguir así".

Miguel Ángel: "Sigo con mi novia, pero cambié de amigos. Durante unos meses me sentí bastante solo, pero prefería estar rodeado de gente que me apoyase y quisiese verme feliz. Los cuernos se quedaron en un desliz. Mi novia me perdonó después de darnos un tiempo para asimilarlo todo. Ahora estamos mejor que nunca".

Carolina: "Aunque mi novio no le dio mucha importancia a lo que había pasado, a mí me sirvió para darme cuenta de que algo no funcionaba en mi relación. Yo ya no estaba enamorada, éramos más amigos que pareja. Decidí dejarlo con él y lo pasó muy mal, pero ahora está con alguien que de verdad le merece".

Raúl: "El día que se lo conté a mi novia me dijo que no quería volver a saber nada más de mí. Me bloqueó de todas partes y estuvimos dos meses sin hablar ni saber nada el uno del otro. Yo seguí intentando retomar el contacto, pero ella no quería. Cuando el tiempo pasó me desbloqueó y me dijo de quedar para poder cerrar heridas y entenderme. Poco a poco retomamos el contacto y decidimos volver. Está siendo muy difícil superarlo, pero yo sigo demostrándole cada día que quiero estar con ella y con nadie más".