Se llama Jimmy y se quedó atrapado en este acantilado de una playa en Australia. Su rescate duró nada más y nada menos que tres horas.
Los bomberos tuvieron que utilizar un arnés y descender 15 metros. Él esperaba así de paciente que alguien viniese a buscarle.
En su collar llevaba escrito el número de teléfono de su dueño, contactaron con él y poco después se producía este reencuentro. El perro se mostraba así de contento.
Un gran trabajo de coordinación para que esta historia acabe en final feliz.