Dios existe y se llama Lady Gaga: me recorrí medio mundo para ver a mi musa en Las Vegas

"Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma"... ¡Qué me estás contando! ¿Que Lady Gaga firma por una residencia en Las Vegas con dos pedazo de espectáculos? ¡Allá que me voy!

Un año más tarde de haber comprado mis entradas para ambos shows de la Gaga en Las Vegas, me dispongo a partir de Madrid (MAD) con destino a Los Ángeles (LAX). Y, como madre no hay más que una, ella fue la elegida esta vez para acompañarme en el que ha sido hasta ahora el viaje de mi vida.

Vale, he de admitir que nos montamos nuestro tour de 2 semanitas durante las cuales visitamos la ciudad de las estrellas, Las Vegas y San Francisco. Que los conciertos de Lady Gaga solo fueron la gran excusa para irnos de vacas. Pero oye, una fantasía todo. ¡Ojalá todas las excusas fueran así!

Bueno, la actual Reina del Pop (sorry not sorry, Madonna), no podía hacer un único espectáculo en cualquier recinto de Las Vegas como sus compañeras artistas. No, ella tenía que ser incomparable e inconfundible (cual bombón de chocolate con almendras que queda muy elegante haciendo una pirámide con varios y de cuyo nombre no quiero acordarme) ¡y se planta en la ciudad del pecado con DOS SHOWS! Así, tal cual, porque ella lo vale.

El primero de ellos es el que da nombre a su residencia, 'Enigma', en el que interpreta sus mayores éxitos. Es decir, la representación de la música pop en estado puro, un orgasmo para los oídos de cualquier amante de la música comercial. El segundo espectáculo fue el 'Jazz & Piano' que, si los espectáculos de Las Vegas ya son conocidos por su exclusividad debida al aforo reducido, contaba con un aforo todavía más pequeño para un concierto más ínitimo en el que Gaga demostró sus dotes al piano y cantó a pleno pulmón.

¿Que si el show de 'Enigma' fue tan genial como lo pintan? Pues no sé, pero comenzó colgada del techo girando sobre sí misma con una peluca azul eléctrico, un catsuit, un tocado y un keytar hechos con diminutos espejos mientras le apuntaba un foco como si fuera una bola de discoteca al ritmo de 'Just Dance', así que imagina cómo fue el resto del espectáculo.

Lady Gaga apostó en 'Enigma' por una estética futurista ambientada en el anime, jugando con la luz negra y colores neón. Sin olvidarse, claro está, del cuero y prendas con pantallas LED. Combinando moda y espectáculo como solo ella sabe hacer, Gaga lo dio todo sobre el escenario (una vez más) repasando casi de manera cronológica los mayores hits de su trayectoria. Por cierto, puedes ver todo esto en el vídeo de ahí arriba.

No faltaron temazos como 'Poker Face', 'Paparazzi', 'Bad Romance', 'Alejandro', 'Telephone', o 'Million Reasons', entre muchos otros. Pero lo mejor estaba por venir, y es que a toda la legión de Little Monsters reunidos en el MGM Park Theater aquella noche se nos derritieron las orejas cuando puso el broche final al concierto, interpretando 'Shallow' al piano.

Si por un momento se me pasó por la cabeza que el verdadero espectáculo se quedó en la primera noche y que en el 'Jazz & Piano' la Señorita Gaga se iba a relajar, es que estaba completamente equivocado. Con una puesta en escena más sobria pero elegante (la situación lo requería), acompañada de una extensa banda de más de veinticinco músicos y su gran amigo trompetista Brian Newman, la cantante interpretó versiones lentas de sus canciones más conocidas y de temas del Great American Songbook.

Si en 'Enigma' habíamos visto pelucas más arriesgadas, en 'Jazz & Piano', la estrella de la noche apostó por sofisticados peinados y accesorios para la cabeza (que, cómo no, se fue poniendo y quitando para ir cambiando su apariencia a lo largo de la noche). Como cualquier otra artista, Lady Gaga va cambiando su estilo según la temporada y, en esta etapa de su residencia en Las Vegas ha decidido apostar por el color rosa en el pelo o en diferentes complementos (tirabuzones, lazos de pelo, extensiones, etc.).

Con vestidos atrevidos, manteniendo la esencia de Gaga, pero más elegantes y complejos, interpretó en acústico desde sus temas 'Poker Face', 'Born This Way' o ‘Bad Romance', hasta clásicos como 'Anything Goes', 'Orange Colored Sky', 'Cheek To Cheek' o 'La Vie en Rose', cerrando la noche con el conocidísimo tema 'New York, New York'.

Un sombrero de copa, una capa de plumas blancas, una falda extragrande con brillantes, un smoking, vestidos de encaje con pedrería, un tocado gigante de pinchos a lo puercoespín, una capa oversize fucsia… todos estos son los elementos que incorporó Gaga en su vestuario y que la hacen única en su especie.

Además, estoy doblemente contento de haber viajado a estados Unidos en esas fechas, ya que el pasado mes de mayo se inauguró en el MGM Park Theater la exposición ‘Lady Gaga: Haus of Gaga’, en la que se exhiben los diseños más icónicos de Lady Gaga a lo largo de su carrera musical, ¡y yo no me lo podía perder!

Desde el lazo de pelo con el que encandiló a paparazzi de todo el mundo hasta el mono con brillantes que lució durante su actuación en la Super Bowl, pasando por las gafas que utilizó en el videoclip de 'Alejandro', el sombrero del videoclip de 'Telephone', los vestidos que llevó en la última MET Gala... entre otros tantos diseños y accesorios.

Quién pudiera celebrar sus diez años en la industria musical de la misma manera que ella lo ha hecho. Pero así es Lady Gaga. Una artista que surgió hace una década de locales underground de Nueva York y, claro está, que vino para quedarse y seguramente lo haga otros diez años más y otros diez años más y otros diez años más. ¡Como mínimo!

Así que poco más tengo que decir. Vuelvo con las pilas cargadas de estas dos increíbles semanas y totalmente enamorado de la sorprendente ciudad de Las Vegas. ¡Apunta este lugar en tu lista de sitios que ver antes de morir!