Un niño de solo tres años sobrevivió a una caída desde un sexto piso gracias a la rápida actuación de sus vecinos. El menor, que estaba solo en casa, salió al balcón, resbaló y quedó suspendido de la varandilla. Pese a que aguantó aferrado a la terraza varios minutos, le flaquearon las fuerzas y cayó al vacío desde una gran altura.
No obstante, no le ocurrió nada gracias a la idea de una vecina que extendió una manta, junto a otros residentes, para amortiguar el golpe. Finalmente, el pequeño cayó sobre la tela sin sufrir ningún daño a pesar de la altitud desde la que se precipitó. Su abuela confesó a las autoridades que le dejó solo mientras dormía para comprar en el supermercado.