Picor en el clítoris: descubre sus causas y pon solución a este problema tan molesto

  • El picor en el clítoris es una patología bastante habitual, aseguran los expertos, y puede estar producida por muchas causas. En Yasss te explicamos cómo identificar la que te hace sufrir a ti.

Aunque el clítoris es un órgano con una función clara y exclusiva, la de dar placer, la vida con él no es siempre un camino de rosas. Algunas personas sufren cuando les roza algún tejido, y otras sientes picores que les dificultan enormemente el movimiento, por lo que no solo no disfrutan de las relaciones sexuales, sino que toda su vida queda condicionada por esta molestia o dolor.

Los picores, aseguran los expertos, son bastante frecuentes, tanto como “inespecíficos”. La Doctora Bárbara Fernández, co-fundadora del Club Antiaging Forever Young, explica a Yasss que existen muchas razones que pueden llevar a ellos, y con frecuencia están causados por una higiene genital incorrecta. Con esto no queremos decir que la zona no se lave, sino que algunos productos y rutinas de limpieza, como determinados cosméticos y duchas vaginales, son contraproducentes para la zona genital, y pueden provocar problemas mayores.

¿Qué hacer si el clítoris te pica?

El picor o prurito, cuenta Fernández, “suele deberse a irritaciones cutáneas (por el roce de la ropa, uso de compresas, sudor, ropa ajustada, etc.), infecciones (desde los hongos, bacterias hasta posibles enfermedades de transmisión sexual), enfermedades cutáneas (liquen, psoriasis), atrofia genital (típica después del parto y en la menopausia) o desequilibrios hormonales durante el ciclo menstrual, entre otras razones".

Tanto el exceso como la falta de higiene favorecen la aparición del picor en la zona genital, lo que incluye el clítoris, y la proliferación de hongos o bacterias que pueden resultar muy dolorosas y complicar nuestra salud. Por norma general, evita usar jabones con muchos aromas o compuestos, sales de baño o, en general, cualquier producto de ducha perfumado en la zona íntima. Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), como la candidiasis, la gonorrea o la tricomoniasis, también suelen tener el picor en la lista de síntomas habituales.

Las alergias también son una de las favoritas en la lista de los motivos que te llevan a sufrir picazón. La alergia al semen o al látex, por ejemplo, pueden tener este efecto en tu cuerpo. Un abanico muy amplio de posibilidades que, a su vez, debe ser motivo de consulta ginecológica. Estas causas afectan a todas las edades y, en ocasiones, vienen acompañadas de dolor o traumatismos provocados por el rascado. “Lo que desde Club Antiaging recomendamos siempre es evitar el auto tratamiento y en cuanto se tenga alguna molestia acudir un ginecólogo experto”, añade la ginecóloga. “De esta manera, los tratamientos se hacen dirigidos y evitamos aplicar los que no son correctos y que terminan empeorando el picor y la inflamación en la zona”.

¿Cómo se trata esta patología?

Tal y como recomendaba la Doctora Fernández, en caso de sufrir picazón en el clítoris lo mejor es acudir directamente al ginecólogo. Con un examen físico y algunas pruebas complementarias, el médico no tardará en realizar un diagnóstico preciso que permita comenzar el tratamiento más adecuado para tus síntomas. Mientras, puedes tomar algunas medidas, como llevar a cabo un baño a diario para mantener la zona genital limpia (a ser posible, hazlo con agua tibia y jabón neutro y natural), o usar productos y prendas de ropa hipoalergénicas, para reducir el riesgo de sufrir una reacción alérgica.

El profesional será quien te recomiende aplicar uno u otro tratamiento. En ocasiones, se indica la aplicación de cremas con corticoesteroides, que reducen el picor y alivian en la zona. En otros casos, se recomienda tomar antibióticos para acabar con la bacteria que produce el picor, o antifúngicos para reducir al hongo que nos ataca de una vez por todas.

Para prevenir todos estos problemas, la Doctora Fernández nos da unas indicaciones muy sencillas: “Usar ropa interior de algodón, evitar las situaciones que aumenten la humedad en la zona genital y tener unos hábitos de higiene genital correctos (evitar las duchas vaginales, aplicar jabones y cosméticos especialmente diseñados para la zona y no lavar el área más de una vez al día)”. Una buena salud pasa por prevenir las patologías que podamos, y en este caso no cuesta casi nada.