Guapos en el espejo, feos tras pasar por la cámara: hay varias razones por las que pasan

  • Por muy guapo que te sientas, es inevitable que en alguna foto te veas fatal

  • ¿Qué es lo que ha sucedido? ¿El espejo tiene un filtro de belleza o la cámara del móvil está estropeada? ¿Qué imagen refleja tu verdadero yo?

Te despiertas por la mañana, entras en el baño, te duchas, te peinas, te miras en el espejo y te ves espectacular. Quedas con unos amigos y de repente uno tiene la genial idea de haceros una foto… ¡Horror! Miras la pantalla del móvil traumatizado y suplicas a tu colega que borre la foto para repetirla. Quita de tu cara esa expresión de tristeza porque no es que tú seas poco atractivo, es que las fotos las carga el diablo. A todos nos pasa y por eso tenemos la galería del teléfono plagada de selfies, aunque luego sólo subamos uno. ¿Por qué nos vemos tan guapos en el espejo y tan feos en las fotos? La ciencia tiene una explicación y hoy vamos a contártela.

Autoconcepto, autoimagen y autoestima

No es que nos creamos el ombligo del mundo, pero todas las personas (sí, hasta la más humilde) invertimos mucho tiempo pensando en nosotros mismos. Esto tiene una explicación, y es que el autoconocimiento nos permite saber qué es lo que queremos y cómo conseguirlo.

A medida que crecemos, vamos formando una intrincada red de creencias, imágenes y valoraciones de nosotros mismos, dando lugar a nuestra autoimagen, que está formada por el autoconcepto y la autoestima. ¿Conoces la diferencia entre estos conceptos? Pues vamos a verla.

El autoconcepto es la parte objetiva de nuestra autoimagen. Implica ser conscientes de nuestras características físicas, de nuestra inteligencia y de nuestra personalidad. Por ejemplo, yo tengo el pelo negro, los ojos marrones, mido 1,68 metros, se me dan bien las matemáticas, me canso con facilidad haciendo ejercicio… Se trata de una definición objetiva, sin juicios de valor.

La autoestima se va formando a medida que evaluamos todas esas características objetivas. A veces el resultado es positivo y otras veces negativo. El problema es cuando nos evaluamos a nosotros mismos con estándares inalcanzables, dando lugar a una baja autoestima, o cuando nos creemos por encima de los demás por culpa de una autoestima desmesurada.

Por otro lado, en la formación de nuestra autoimagen influye mucho lo que la sociedad nos dice. Vivimos esclavizados por los cánones de belleza y actualmente la “era de oro de los filtros” nos hacen sentirnos menos atractivos y válidos de lo que somos. No te dejes engañar, el feed de Instagram no define tu valía.

¿Soy el de las fotos o el del espejo?

Por muy guapo que te sientas, es inevitable que en alguna foto te veas fatal. ¿Qué es lo que ha sucedido? ¿El espejo tiene un filtro de belleza o la cámara del móvil está estropeada? ¿Qué imagen refleja tu verdadero yo? Para tu tranquilidad, si tienes que fiarte de algo mejor fíate del espejo. Entonces, ¿por qué sales mal en las fotos? No hay una sola razón y vamos a analizarlas todas.

  • La diferencia de ángulo

Cuando vemos nuestro reflejo en el espejo, siempre lo hacemos desde el mismo ángulo. Nuestros ojos enfocan al cuerpo y por mucho que nos movamos, la inclinación de la visión es la misma. En cambio, en las fotos a veces nos capturan desde más arriba o desde más abajo, sacando a la luz detalles que el espejo no nos permite ver.

  • Nada es comparable a la comodidad del hogar

Normalmente el espejo en el que nos miramos es el de nuestra casa, donde estamos a gusto, cómodos y seguros de nosotros mismos. Cuando nos hacemos una foto lo que de verdad pensamos es “quiero salir bien”, y a menudo esa necesidad se transforma en nervios y en tensión muscular, algo que no resulta nada favorecedor.

  • La diferencia de luz, exposición y contraste

La luz, exposición y contraste de una fotografía no es ni de lejos el mismo que cuando nos vemos “en la vida real” frente al espejo. Todos los móviles cambian un poco los tonos y colores e incluso pueden deformar ligeramente la figura, cambiando algunos rasgos faciales. La imagen que acabas subiendo a Instagram es ligeramente distinta a tu yo real.

  • Una foto también se denomina "instantánea", no lo olvides

Un factor muy importante es que las fotos capturan momentos y en el espejo nos vemos en movimiento, percibiendo una imagen constante y armónica de nosotros mismos. Es normal que durante un milisegundo pongamos muecas raras, pero como nos vemos moviéndonos, no nos damos cuenta. En cambio, las fotos pueden capturar esa cara de haber chupado un limón sin que te des cuenta.

  • Vemos a los demás más guapos

Pero sin duda lo que más influye en este fenómeno de “fotos vs. espejo” es el elevado nivel de autoexigencia que tenemos con nosotros mismos. ¿Alguna vez un amigo te ha enseñado una foto diciendo que sale fatal y tú has pensado “no es para tanto”? Pues lo mismo sucede cuando tú te ves horrible. Tendemos a infravalorar nuestro aspecto y a considerar a los demás como dioses del Olimpo, y en el término medio está la virtud.