El inspector jefe de la Policía , Andrés Hurtado, lleva 26 años en el cargo atendiendo millones de llamadas, pero pocas como la de un ladrón que pillado "in fraganti" por unos ciudadanos, se refugió en una cabina y no se le ocurrió otra cosa que llamar a la Policía para que le rescatara. "Al final el suceso acabó bien", relata entre risas Hurtado.
Curtido en mil batallas como jefe de sala del 091 de Madrid, un servicio que este año ha cumplido medio siglo, la mitad, a sus órdenes. Lo primero que escucha una persona cuando pide ayuda a este número es: "091, Policía, ¿en qué puedo ayudarle?", frase que se repite al menos 3.000 veces cada día. Durante cada turno, 250 agentes de diferentes unidades velan por la seguridad ciudadana.
Policías como los que acudieron una Nochebuena al Paseo de la Castellana para interrumpir un supuesto partido de tenis que se estaba disputando en mitad de la calzada y que acabó siendo un falso aviso de un bromista.
O la anécdota de dos hombres que en una sala de fiestas se hicieron pasar por policías, pidieron una botella de whisky y a la hora de pagar dijeron "Esto que lo pague el 091". El camarero, ni corto ni perezoso, cogió el teléfono, marcó las tres cifras mágicas y reclamó el pago de las copas. Una patrulla de policía se presentó en el local para desenmascarar a los impostores que tuvieron que pagar las copas de su bolsillo además de dar una explicación por su atrevida ocurrencia.
Pero no todos los servicios son tan agradables ni acaban tan bien. En los últimos 50 años, los policías del 091 han tenido que acudir a decenas de atentados terroristas y, en la mente de todos, quedará grabado para siempre el 11-M, "un día de infamia, en el que los ciudadanos madrileños fueron un ejemplo".
También se pasaron horas de angustia en el atraco y secuestro en una sucursal bancaria de Alcalá de Henares en mayo de 2004. Tras horas de dura negociación, el inspector Hurtado consiguió convencer al atracador, un ciudadano rumano que quería regularizar su situación en España, de que se entregara sin hacer daño a los rehenes.
En tres décadas haciendo historia dentro del 091,Andrés Hurtado ha atendido cinco millones de llamadas de emergencias, ha evitado 20 suicidios y ha coordinado centenares de servicios humanitarios.
Al principio el 091 sólo funcionaba en Madrid y Barcelona, pero desde 1960 atiende a toda España. Para celebrar sus 50 años, hoy se inaugura una exposición en el Templo de Debod de Madrid en la que se exhiben vehículos y material policial utilizados por varias generaciones de policías.
SCA