Díaz y Puch, economistas: “Si la banca pensara más a largo plazo, aceptaría el impuesto extraordinario”

El impuesto a las entidades financieras impulsado por el Gobierno, ahora en trámite parlamentario, "en principio es temporal", según Pedro Sánchez
El sector ha calificado este gravamen de "contraproducente" y el Banco Central Europeo le ha puesto bastantes pegas en un informe
Estos dos macroeconomistas defienden que España, al no contar con margen fiscal, tiene que promover impuestos extraordinarios a los que más se están beneficiando
Se conocieron hace casi tres décadas en el frío de Minnesota (Estados Unidos). Años más tarde retomaron el contacto cuando coincidieron como profesores de economía en Madrid. Antonia Díaz (Alicante, 1965) y Luis Puch (Madrid, 1966) son catedráticos, coautores y compañeros en el Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE). Ambos defienden la necesidad de los impuestos transitorios al sector energético y a la banca como propone el Gobierno.
Pocos economistas han apoyado públicamente el recargo temporal al sector financiero ya en trámite parlamentario. Se ríen cuando se les pregunta si no se sienten un poco solos. “Sí, pero no nos importa”, contestan tranquilamente.
“Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias”, defienden. “Es verdad que es una frase que puede sonar a eslogan, pero es política económica. Lo que no puede ser es querer que el mercado funcione y el Gobierno, no. Eso no es consistente. Y que el Gobierno funcione significa que puede promover impuestos extraordinarios a los que más se están beneficiando".
Ambos hablan de que no hay simetría en la política fiscal. ¿Qué es esto exactamente? “Los ERTE y los préstamos ICO de la pandemia para ayudar a las personas que lo necesitaban utilizaron recursos que cogimos prestados del futuro. La simetría significa que si hemos dado subsidios ahora deberíamos subir impuestos y habrá que empezar con alguien”, explica Díaz.
Parece que es complicado de plantear. “En los últimos años se ha generado un consenso por el cual tú no puedes aumentar impuestos de determinada manera o a determinada gente”, argumenta Díaz. “Como macroeconomistas los dos tenemos una posición favorable a que impuestos bien diseñados pueden tener muchas consecuencias agregadas positivas”, añade Puch.
