Portugal espera calmar los mercados con uno de sus presupuestos más duros

AGENCIA EFE 26/11/2010 11:12

Pero el primer ministro portugués, José Sócrates, afirmó que, además de los drásticos ajustes ya puestos en marcha para bajar a la mitad, entre 2010 y 2011, el déficit fiscal luso, hace falta una "estrategia" europea que dé estabilidad a la zona euro, evite la especulación y defienda la moneda comunitaria.

En declaraciones a un grupo de periodistas extranjeros, el dirigente socialista luso se mostró convencido de que con estos presupuestos Portugal se colocará entre las naciones europeas con menor déficit fiscal, un 4,6% al finalizar 2011, frente al 9,3% que registró en 2009.

Ante las especulaciones que colocan a Portugal en la misma ruta del rescate europeo que ya han recorrido Irlanda y Grecia, Sócrates aseguró que Lisboa "tiene todas las condiciones para financiarse en el mercado, como siempre se financió".

El Parlamento portugués aprobó, en segunda y definitiva votación y gracias a la abstención de la oposición conservadora, los presupuestos que contienen el drástico programa anticrisis para equilibrar las finanzas públicas.

El Partido Socialista (PS), en minoría parlamentaria, fue el único que votó a favor de los presupuestos, rechazados por las fuerzas de la izquierda marxista y los demócrata cristianos y aprobados con la abstención del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que previamente negoció algunas de sus medidas.

El Gobierno luso, que ya ha aplicado este año dos planes sucesivos de recorte del gasto público, reducirá en 2011 los salarios de los funcionarios en un 5%, subirá el IVA del 21 al 23%, congelará las pensiones, aumentará la carga impositiva de las empresas y los ciudadanos y recortará todos los subsidios sociales.

También se producirá un frenazo general a las inversiones y gastos del sector público, que emplea casi a una cuarta parte de los más de cuatro millones de trabajadores lusos en activo.

El PSD, principal partido de la oposición y ahora favorito de las encuestas para hacerse con el poder, criticó el proyecto presupuestario, pero cumplió su promesa de no bloquearlo para evitar más problemas en los mercados, tras lograr una reducción de las cargas impositivas y un aumento del ahorro público.

El primer ministro expresó su "esperanza y buena expectativa" de que la aprobación del presupuesto, "con las medidas difíciles" que incluye, contribuya a reforzar la confianza en la economía portuguesa.

Portugal, recordó, "desde el punto de vista objetivo, no tuvo ni tiene una burbuja inmobiliaria, no tiene ningún problema en sus bancos y tiene un problema presupuestario que está resolviendo".

"Este presupuesto garantiza que el año próximo vamos a reducir el déficit -aseguró- para estar en el conjunto de países con menor déficit de la Unión Europea".

Pero Sócrates opinó que también "Europa tiene un trabajo que hacer y consiste en definir rápidamente una estrategia que permita dar condiciones de estabilidad a la zona euro"

Esa tarea implica también "no propiciar ningún tipo de especulación y definir un camino seguro y de confianza en defensa de la moneda única", agregó.

En el Parlamento, el primer ministro advirtió del "sacrificio imprescindible" que tienen que hacer los portugueses.

Pero en alusión a las descalificaciones de los conservadores y las fuertes críticas de la izquierda marxista durante el debate presupuestario, en el que denunciaron que la crisis la pagan los trabajadores, subrayó que "no hay alternativa".

La dureza de las medidas económicas aplicadas en Portugal fue la razón principal de la huelga general del pasado miércoles, que convocaron juntos todos los sindicatos por primera vez desde 1988.

Aunque las centrales sindicales la consideraron un gran éxito y exigieron un golpe de timón al Gobierno, éste aseguró que había movilizado a menos de una tercera parte de los empleados públicos y muchos menos del sector privado.