España tiene regulada la temperatura en casi todos los edificios, máximo 21 grados de calefacción y no menos de 26 el aire acondicionado. La guerra en Ucrania exige un esfuerzo más y los gestos en muchas casas o en muchas empresas puede hacer que se dependa menos del gas de Rusia. En los hogares de España, cada familia tendrá en su mano cómo actuar frente a la crisis energética por la guerra en Ucrania.
¿Es lo mismo el aire acondicionado en Coruña que en Sevilla? La eterna pregunta de siempre hace que España, en tiendas o supermercados, tenga regulada la temperatura a la que tiene que estar el aire acondicionado en verano o la calefacción en invierno. En la administración, en los comercios, la restauración o en estaciones o aeropuertos se regula la energía con 21 grados como máximo la calefacción y 26 del aire acondicionado.
El ahorro en cada casa puede ser importante en la factura para los hogares. “El ahorro en un grado se suele estimar en un 5 o un 6%”, dice José Luis Rodríguez, director general de ClimaMania. Con un leve movimiento de muñeca o un botón pulsado más o menos se puede ahorrar bastante y hacer que la dependencia del gas ruso sea mucho menor.
Italia pretende reducir el consumo de energía a partir del 1 de mayo para bajar su dependencia del gas ruso. A partir del 1 de mayo, ningún edificio público en el país transalpino podrá poner el aire acondicionado a menos de 27 grados, a excepción de los hospitales, las residencias de ancianos y los centros de salud quedan fuera de esta normal.
En los edificios públicos no podrá bajar de los 27 grados y la calefacción en invierno no podrá superar los 19. Las normas en Italia entrar en vigor a partir del 1 de mayo y se tendrán que cumplir en casi todos los edificios públicos desde este domingo debido a la crisis energética.