El alquiler de barcos se destapa como la estrella para veranear este año sin miedo al coronavirus

  • Navegando hay menos contagio y se está lejos de destinos masificados, como son las estancias en hoteles o cruceros

Las compañías de alquiler de barcos consideran esta modalidad vacacional como la "más segura" para este verano, al reducir al mínimo el riesgo de contagio del coronavirus. Diversos profesionales del sector estiman que la pandemia puede generar oportunidades para esta opción turística, entre ellos el responsable de la compañía Top Sailing Charter (TSCH), Sergi Alòs, con flota permanente en L'Estartit (Girona) e Ibiza.

El director ejecutivo de TSCH, que dirige esta empresa desde 2007, entiende que la situación generada por el coronavirus invita a descubrir una alternativa de vacaciones "a menudo desconocida". Sergi Alòs ha asegurado que el alquiler de una embarcación privada por parte de un grupo reducido de personas, con patrón o sin él, es una de las actividades "con menos riesgo de contagio", al alejar a los clientes de las aglomeraciones.

"Nos estamos encontrando con gente que quiere viajar y salir de casa", subraya Alòs, quien asegura que el sector en el que trabaja está cogiendo fuerza ante las restricciones turísticas y de movilidad que se prevén este verano.

Recuerda que "navegando hay menos contagio y se está lejos de destinos masificados, como son las estancias en hoteles o cruceros", y detalla que una familia llegaría al puerto en coche privado desde Madrid o Barcelona por ejemplo "sin haber tenido contactos desde su casa hasta subir al barco", donde se podría proveer de comida y productos sin poner un pie en tierra.

Sergi Alòs defiende la existencia de "precios muy competitivos y razonables", que a su juicio desmienten la etiqueta de turismo elitista y especifica que un grupo de seis personas con patrón incluido navegaría durante una semana de julio por 85 euros al día por cliente.

TSCH tiene por ahora cerca de 250 reservas y, después de fijarse desde 2007 en el ámbito mundial, se centra ahora en la costa mediterránea a la espera del cambio de fases de la desescalada. "Nuestro gran volumen es el internacional, pero de momento nos refugiaremos en el territorio nacional", subraya Alòs, quien desvela que algunos clientes que habían contratado viaje a Grecia o Turquía buscan ahora una navegación de proximidad.

El turismo pierde 10.000 millones en abril

En abril la actividad turística de los hoteles fue nula debido al confinamiento decretado por el Gobierno, algo que jamás había ocurrido en la historia de estos establecimientos, y que permite avanzar que la pérdida de ingresos turísticos podrían rondar los 10.000 millones de euros.

Desde que existen hoteles en España -el más antiguo es el hoy Parador de Santiago de Compostela, de principio del siglo XVI- nunca se había dado una situación semejante, con todos los establecimientos cerrados a la vez, según fuentes del sector.

Para dar idea de la magnitud de la crisis, en abril de 2019 había abiertos 15.200 hoteles en España, con 210.000 trabajadores, y recibieron más de 9,1 millones de viajeros que hicieron 26,8 millones de noches.

En cambio, este año, ningún hotel ha recibido turistas, no se ha permitido la movilidad de los españoles por el territorio nacional y prácticamente no ha habido visitas de extranjeros.

Para hacer una aproximación a las pérdidas que todo ello supone, en abril del año pasado se computaron 7.100 millones de euros de ingresos de los 7,2 millones de turistas internacionales que vinieron a España, a lo que habría que añadir el gasto de los nacionales, que alcanzó, al menos, los 2.000 millones (el INE da cifras trimestrales y en el segundo trimestre de 2019 registró 7.700 millones).

La suma asciende a 9.200 millones por lo que la proyección para abril de este año es conservadora, porque parte del supuesto de que no hubiera crecido nada ni el ingreso de los extranjeros ni el gasto de los nacionales respecto al año anterior.

Durante los cuatro primeros meses de 2019 el gasto total de los turistas internacionales alcanzó los 22.489 millones de euros. Los datos de gasto del primer cuatrimestre de este año se conocerán el próximo 1 de junio cuando se publiquen los correspondientes a abril, pero, dado el práctico cierre de fronteras, no quedarán muy por encima de los acumulados entre enero y marzo, cuando sumaron 11.707 millones.

Los datos de turismo nacional reflejan que en el primer trimestre de 2019, el gasto sumó 8.317 millones de euros, de los que 5.503 millones se dejaron en España y los 2.814 restantes fueron al exterior. Los datos del primer trimestre de este año se publicarán el 29 de junio.

Con la mirada puesta en junio

Para este mes de mayo, el panorama no pinta mucho mejor, porque los práctica totalidad de los hoteles siguen cerrados, salvo algunos en las zonas de fase uno. El sector prevé que junio sea ya algo más activo.

El cierre obligatorio de los hoteles desde el pasado 26 de marzo como consecuencia de la declaración del estado de alarma para hacer frente a la pandemia del coronavirus hace que los datos de abril sobre número de establecimientos abiertos, plazas ofertadas, habitaciones disponibles, viajeros recibidos y pernoctaciones sean cero en todo el territorio nacional.

Los ingresos, a cero

De la misma manera, al no haber ningún tipo de ingreso debido a actividades turísticas, la tarifa media diaria (ADR) y el ingreso por habitación disponible (RevPAR) son también cero.

En abril del año pasado, la facturación media diaria de los hoteles por cada habitación ocupada (ADR) fue de 83,1 euros y el ingreso medio diario por habitación disponible (RevPAR) -condicionado por la ocupación- alcanzó los 53,5 euros. Aunque sí hubo algunos hoteles abiertos para dar alojamiento a trabajadores de servicios esenciales, de acuerdo con la normativa europea se considera que estos establecimientos no están realizando ninguna actividad turística, por lo que sus flujos no forman parte de la Encuesta de Coyuntura Hotelera.

Las pernoctaciones caen

El cierre de abril pasado ha hecho que la tasa acumulada de pernoctaciones en los cuatro primeros meses de 2020 haya caído un 47,7 %, levemente más acusada entre los españoles (48,4 %) que entre los extranjeros (47,4 %).

En marzo, las pernoctaciones en hoteles ya se habían desplomado un 61,1 %, la peor cifra desde que se empezaron a registrar estos datos en 1999.