Proceso para constituir una empresa: tipos y referencias al pacto de socios

  • Elegir la forma jurídica adecuada y conocer los pasos para crear una empresa es básico para dar forma a tu idea de negocio

  • Antes de pasar por el notario es imprescindible estudiar la viabilidad del negocio

  • Elaborar un plan de viabilidad es vital

Si estás pensando en dar forma a una idea de negocio y llevarla a la práctica, seguro que te has preguntado cómo constituir una empresa para tu caso. Elegir el tipo de forma jurídica que mejor se adapte a tu situación es sin duda una de las claves para evitar problemas en el futuro, por lo que conviene dedicar algún tiempo a este punto. Además, antes de pasar por el notario es imprescindible estudiar la viabilidad del negocio y elaborar tu plan de empresa. Constitución de sociedades: ¿Cómo constituir una empresa? Hay 24 pasos que no debes pasar por alto

Elegir la forma jurídica adecuada, clave para crear una empresa

Lo primero que debes hacer antes de dar el paso de crear formalmente una empresa con personalidad jurídica propia es revisar atentamente todos los pormenores relacionados con tu idea de negocio. Así, deberás analizar su viabilidad basándote en datos objetivos (estudios de mercado, análisis de rentabilidad, etc.), así como simular modelos de negocio y elaborar un plan de empresa. Este documento deberá centrarse en estudiar ciertos puntos clave como la definición de tu actividad, el posible riesgo, tu capacidad financiera, un estudio de tu competencia, cierta planificación a medio y largo plazo...

Una vez tengas claro que tu idea merece tomar la forma de negocio tangible y que es viable invertir en ello, el siguiente paso será comenzar el proceso de constitución y elegir la forma jurídica. En general, esta decisión dependerá de factores como el número de socios, el capital social, la repercusión fiscal y laboral o la futura contratación de trabajadores. Los trámites burocráticos que deberás realizar a continuación dependerán de la forma jurídica elegida.

Estos son los tipos de empresa que puedes crear:

  • Empresario individual. Es la más sencilla de todas y te permite contratar trabajadores si así lo necesitas. No existe ningún mínimo de capital para crearla ni existirá persona jurídica alguna, sino que funcionarás como persona física. Para trabajar como empresario individual simplemente tendrás que darte de alta como autónomo. Una de las grandes ventajas de esta vía es su rapidez, así como una fiscalidad mucho más sencilla, ya que no estarás sujeto al Impuesto sobre Sociedades, sino que estarás sujeto al IRPF. Lo malo es que, en caso de deudas, responderás con tu patrimonio, sin límites a tu responsabilidad.
  • Sociedades civiles. En este caso, se trata de crear una asociación de personas con un proyecto empresarial común. Lo habitual es poner en común un patrimonio y un determinado trabajo, de forma que se repartan los beneficios entre todos los socios. En este caso se tributará como sociedad en lugar de como personas físicas individuales. Además, el trámite para crear una sociedad civil es sencillo en comparación con una sociedad mercantil. No es necesario notario ni inscripción en el Registro Mercantil, pero existe la desventaja de que la responsabilidad de los socios es ilimitada en caso de deudas.
  • Sociedades mercantiles. En este caso sí se crea una persona jurídica y los trámites y obligaciones se complican, pero a cambio existen ventajas como la responsabilidad limitada de los socios, que no responderán de las deudas con su patrimonio personal: todo empieza y acaba en esa persona ficticia que se crea con el fin de desarrollar una actividad empresarial. Existen distintos tipos: Sociedad Limitada, Sociedad Limitada de Nueva Creación, Sociedad Anónima, Sociedad Colectiva, Sociedad Cooperativa y Agrupaciones de interés económico, Sociedad Comanditaria, Sociedad Comanditaria por Acciones, Sociedad Laboral y Asociaciones sin ánimo de lucro. Lo mejor es acudir a un abogado que pueda recomendarte la mejor forma jurídica según el caso, así como asesorarte en el proceso de constitución.

Constitución de sociedades: ¿Cómo constituir una empresa?

Una vez elegida la forma jurídica, el siguiente paso es cumplir con los trámites burocráticos necesarios.

En caso de ser persona física y actuar como tal, los trámites serán más sencillos. Deberás presentar en Hacienda el modelo 037 de alta de empresarios indicando todos tus datos (nombre, domicilio fiscal, características del local si lo tienes, actividad, fecha de inicio...) Desde ese momento tendrás 30 días para darte de alta en la Seguridad Social como profesional autónomo, eligiendo una base de cotización y una mutua.

Además, en caso de necesitar local para tu actividad, deberás tener en cuenta los requisitos que marque la normativa local para desarrollar tu actividad y hacer frente a permisos y licencias, pago de tasas...

Si optas por una persona jurídica, los trámites se volverán más complicados, ya que será obligatorio firmar una escritura ante notario e inscribir la sociedad en el Registro Mercantil. También obtener una Certificación negativa del nombre de la Sociedad, es decir, un documento que demuestre que el nombre elegido no está siendo utilizado por otra empresa (basta con solitario en la web del Registro Mercantil Central).

Otro trámite necesario será crear una cuenta de empresa en la que aportar los fondos necesarios para constituir la sociedad, así como solicitar un NIF provisional, que obtendrás presentando el modelo 036 en Hacienda. Para obtener tu NIF definitivo deberás marcar la casilla 120 del modelo 036 y presentar la documentación original de constitución de la empresa. La obtención de un certificado digital para poder operar será otro paso imprescindible.

Para poder comenzar tu actividad también tendrás que dar de alta la empresa en el epígrafe o epígrafes del IAE que correspondan, así como dar de alta en la Seguridad Social bien al administrador, bien a los socios trabajadores. El paso final será, una vez constituida la empresa con el NIF definitivo, comunicar el inicio de la actividad a Hacienda a través del modelo 036.

Por último, recuerda que la fiscalidad de la sociedad mercantil es más complicada que la de la persona física: la sociedad estará sujeta al Impuesto sobre Sociedades, con todo lo que ello implica.

También es importante tener en cuenta que es muy conveniente firmar un pacto de socios que regule las relaciones internas dentro de la sociedad. El objetivo de este pacto, que puede elaborarse con ayuda de un abogado y que tiene carácter voluntario, es garantizar la resolución de conflictos que puedan poner en riesgo la continuidad del proyecto. En él pueden tratarse aspectos como las reglas de decisión en caso de bloqueo, las condiciones de entrada de nuevos socios o de salida de éstos, cláusulas de no competencia entre socios...