Declaración de la Renta

Planificación fiscal para cerrar 2025: qué puedes hacer antes del 31 de diciembre para pagar menos en la Renta

Pensando en la declaración de la renta 2025. Andrea Piacquadio (Pexels)
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Aunque la declaración del IRPF correspondiente al ejercicio 2025 no se presentará hasta la primavera de 2026, las decisiones que tomes antes del 31 de diciembre de este año marcarán la diferencia entre un pago justo, o una factura fiscal desproporcionada. La legislación vigente permite aplicar determinadas deducciones y aprovechar ciertos beneficios fiscales si se actúa con tiempo. Repasamos lo que puede hacer, y las herramientas que siguen en vigor, además de las fechas límite que conviene no dejar pasar si quieres optimizar tu próxima declaración.

Deducción por eficiencia energética en viviendas

Uno de los incentivos fiscales más relevantes que siguen activos es la deducción por obras de mejora energética, en vigor desde octubre de 2021. Según detalla la Agencia Tributaria, pueden beneficiarse de esta deducción quienes hayan realizado actuaciones que reduzcan al menos un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o que permitan que la vivienda obtenga una certificación energética “A” o “B”.

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Esta deducción se aplica sobre los importes satisfechos hasta la fecha de 31 de diciembre de 2026, tras ampliar el gobierno dos años el periodo en el que se podrá desgravar por este motivo. La base máxima deducible es de 7.500 euros, y las viviendas beneficiadas pueden ser tanto la habitual como otras arrendadas, siempre que el alquiler se formalice antes de final de año.

Doble deducción en vehículos eléctricos y puntos de recarga

La compra de vehículos eléctricos también puede reducir la factura fiscal si se efectúa dentro del periodo legal vigente. Los contribuyentes que adquieran un coche eléctrico nuevo entre el 30 de junio de 2023 y el 31 de diciembre de 2025 podrán aplicar una deducción del 15% del valor de adquisición, con un tope de 20.000 euros.

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A esto se suma otra deducción adicional del 15% por la instalación de un punto de recarga para ese vehículo, con un límite deducible de 4.000 euros. Ambas deducciones están ligadas a la base general del IRPF y requieren acreditar el gasto mediante factura y pago bancario, con posibilidad de acumularse si la inversión se realiza antes del cierre de este ejercicio.

Aportaciones a planes de pensiones

A pesar de la reducción progresiva del beneficio fiscal asociado a los planes de pensiones individuales, estos siguen siendo un instrumento eficaz para quienes tengan un tipo impositivo medio-alto. De esta forma, las aportaciones realizadas antes del 31 de diciembre se descuentan directamente de la base imponible general, lo que reduce el tramo de tributación y, por tanto, el importe a pagar en la Renta.

El límite general sigue fijado en 1.500 euros anuales para aportaciones a planes individuales, que puede ampliarse hasta 8.500 euros adicionales si esas contribuciones se hacen a planes de empresa o por parte del empleador. Estas aportaciones son especialmente útiles para quienes se encuentren en tramos superiores del IRPF, donde el ahorro fiscal puede superar el 40% del importe aportado.

Hipoteca de vivienda habitual: amortiza si puedes (y si aplica)

Para quienes compraron su vivienda habitual antes del 1 de enero de 2013 y se benefician aún del régimen transitorio de deducción por inversión en vivienda habitual, amortizar antes de que acabe el año puede suponer una ventaja considerable. Se permite deducir el 15% de lo pagado en concepto de intereses y amortización de capital sobre un máximo de 9.040 euros anuales, lo que se traduce en un ahorro fiscal potencial de hasta 1.356 euros si se utiliza toda la base disponible.

Revisión de datos fiscales y regularización voluntaria

La planificación no solo implica deducir, sino también verificar. Por eso, conviene revisar antes de final de año si los datos fiscales que obran en poder de Hacienda (nóminas, retenciones, ingresos de pagadores secundarios, etc.) coinciden con los reales, especialmente si se han producido cambios de empleo, bajas laborales o ingresos irregulares.

Detectar posibles errores antes del cierre del ejercicio permite al contribuyente subsanarlos, solicitar ajustes en la nómina, corregir IRPF excesivo o incluso regularizar ingresos antes de que se genere una deuda imprevista en 2026. Además, permite planificar futuras reducciones en los pagos a cuenta.

Cuándo se acaba (y por qué importa actuar ahora)

El 31 de diciembre no es solo el final del año natural: es también el último día para consolidar hechos fiscales que afectarán tu declaración del IRPF en 2026. Las deducciones por eficiencia energética, movilidad eléctrica o vivienda caducan si no se formalizan en plazo. Y otros incentivos —como las aportaciones a planes de pensiones o los ajustes en retenciones— solo tienen efecto si se ejecutan dentro del ejercicio fiscal corriente.

Como cada año, los asesores recomiendan no dejar estas gestiones para última hora: el calendario fiscal no perdona despistes, y los beneficios que se pierden por inacción rara vez se recuperan. La diferencia entre planificar y reaccionar puede medirse en cientos o incluso miles de euros.