Un mar de CO2: la amenaza comercial marroquí al puerto de Algeciras

  • Cada año, el tráfico marítimo vierte a la atmósfera ochocientos millones de toneladas de CO2

  • La UE impondrá el pago de derechos de emisión al tráfico con destino a Europa

  • El puerto marroquí de Tanger-Med puede convertirse en una alternativa, libre de esos derechos, al de Algeciras

Son los gigantes del mar, enormes buques con cientos de metros de eslora, capaces de cargar mas de 23.000 contenedores de veinte pies. Miles y miles de toneladas de mercancías que viajan desde China al resto del mundo surcando todos los océanos. Es un viaje que no le sale gratis al planeta. Cada hora de navegación de uno de estos gigantes consume quince toneladas de fuel. Si se considera que un viaje China-Europa puede durar unos 36 días, los multiplicamos por 24, y luego por 15, la cifra de combustible quemado aterra: casi 13.000 toneladas.

Hay algo más aterrador. Cada tonelada de fuel quemado genera tres de CO2. Asi que esas bonitas mercancías llegadas a puerto tras el viaje no nos saldrán baratas medioambientalmente. En el trayecto, se habrán vertido a la atmósfera 45.000 toneladas de CO2.

¿Impactante?, sigamos sumando. Hay casi 1.800 de estos barcos navegando día y noche por el mundo. Sólo 15 portacontenedores, los más grandes, emitirían el mismo CO2 que más de 700 millones de coches. Pero no están solos. Los portacontenedores sólo representan el treinta por ciento de las emisiones de CO2 del comercio marítimo. El otro setenta lo completan cargueros, petroleros, graneleros y, sí, ese pequeño barco con el que salimos a pescar.

Parece evidente que hay que hacer algo, así que la Unión Europea, aborda los últimos trabajos para que, a partir del próximo año, el transporte marítimo pague el exceso de derechos de emisión del CO2 que vuelque a la atmósfera. Si el precio de seos derechos ronda en estas fechas de agosto los 25 euros por tonelada, un viaje China-Europa le puede costar al armador decenas de miles de euros.

Se encarecerán las mercancías, pero en España, y más concretamente en Andalucía, ese no es el único elemento de preocupación. Ese nuevo tráfico marítimo, responsable con el medio ambiente, puede causar daños colaterales en el Puerto de Algeciras.

La Unión Europea, aborda los últimos trabajos para que, a partir del próximo año, el transporte marítimo pague el exceso de derechos de emisión del CO2 que vuelque a la atmósfera

Porque desde 2007, al otro lado del Estrecho, Marruecos ofrece su propia opción de atraque para los grandes portacontenedores. Es Tanger-Med, el puerto más importante en estos momentos de África. Compite duramente con Algeciras, y espera tomar ventaja de ese cobro de derechos de emisión por parte de la Unión Europea.

Basta con que el viaje ya no toque Algeciras. Todo lo que se transborde en Tanger-Med no pagará derechos de emisión, y supondrá miles de euros de ahorro para el armador. Si Marruecos, y no hay ninguna señal de ello, no establece un mecanismo paralelo, los tráficos del Puerto de Algeciras y, con ellos, la economía del Campo de Gibraltar pueden verse afectados.