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El avance en la campaña de vacunación contra el coronavirus y la llegada del buen tiempo hacen que España acumule varias semanas en las que la curva de contagios continúa bajando despertando el optimismo de cara a un verano en el que se podría comenzar a vislumbrar la recuperación económica en sectores como el del turismo.
Con el verano a la vuelta de la esquina, millones de españoles ya planifican unas vacaciones que llevan tiempo ansiando. Después de un año para olvidar marcado por la monumental crisis sanitaria, económica y social provocada por el coronavirus, la población tiene ganas de tomarse un descanso y eso se observa ya en el número de reservas de cara a la temporada estival.
Los hosteleros y comerciantes afrontan la campaña de 2021 con algo más de optimismo que la del pasado 2020 aunque la pandemia continuará afectando al sector que todavía no alcanzará niveles de 2019. Por su parte, los turistas se fijan ya en regiones en las que la incidencia de casos y el riesgo de contagios es menor.
Si algo hemos aprendido a lo largo de los 15 meses que han transcurrido desde el inicio de la pandemia de coronavirus es que los indicadores que marcan el riesgo sanitario no son fijos sino que evolucionan. Algunas de las regiones que menor incidencia presentaban al comienzo, terminaron siendo las más afectadas meses más tarde. Sin embargo, la tendencia a la estabilización epidemiológica de las últimas semanas permite formular ciertas previsiones para determinar qué regiones podrían ser las más seguras.
Desde el mes de marzo, la Comunidad Valencia ha sido una de las autonomías con menor tasa de incidencia de casos de coronavirus por habitantes. Durante meses, su índice de contagios a 14 días ha permanecido por debajo de los 50 casos convirtiendo a la región en de las zonas de Europa de menor riesgo. La playa, el buen tiempo y ahora unos buenos datos epidemiológicos, harán de Valencia uno de los destinos más demandados tanto por el turismo nacional como por el internacional.
Por su parte, el archipiélago canario es otra de las regiones que más estable ha permanecido durante toda la crisis sanitaria con una incidencia que en la mayoría de islas se ha mantenido por debajo de la media nacional. En la actualidad, la tasa de contagios ronda el umbral del riesgo bajo y oscila entre los 30 y los 70.
Baleares por su parte también presenta una evolución positiva en la disminución de casos y se sitúa ya en el riesgo bajo con una incidencia de 39 casos por cada 100.000 habitantes. En este sentido, el Gobierno autonómico continúa esperando la llegada de turistas ingleses y alemanes que junto al turismo nacional son responsables de buena parte de sus ingresos durante el verano.
Para los que prefieran un plan de campo o de montaña, el pirineo leridano o los picos de Urbión (Soria) pueden ser dos de las mejores opciones. Las actividades al aire libre suponen un menor riesgo frente a otro tipo turismo pero aún así estás dos regiones presentan una menor tasa de incidencia respecto a otras como Huesca o Navarra.
En el litoral cantábrico la tendencia también indica una disminución en el riesgo de contagios pero casi todas las comunidades continúan por encima los 50 caos por cien mil habitantes -indicador del riesgo bajo-. En este sentido A Coruña es la provincia con una menor incidencia con un índice que mara 49 casos por cien mil según la última actualización fechada en el 6 de junio.
Por su parte, las provincias andaluzas, La Rioja y el País Vasco con las regiones cuya tasa de incidencia acumulada es más elevada a día de hoy. A pesar de que se prevé que el número de reservas aumente de manera homogénea respecto a 2020, un número inferior de contagios jugará a favor de algunas regiones sobre otras.