Henar se quedó sola con tres hijos, sin trabajo ni estudios y el Plan de Empleo de Cruz Roja le cambió la vida: "No tenía ni graduado escolar"
Henar es una de las 44.000 personas a las que el Plan de Empleo de Cruz Roja ha acercado al mundo laboral
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BilbaoHenar Rodríguez se vio, con 38 años, sin trabajo y con tres hijos pequeños a su cargo, “cuando mi ex pareja se marchó y me dejó sola”. El mundo se le vino encima a esta vizcaína a la que encontrar trabajo se le complicaba porque “no tenía ni el graduado escolar”, pero “tenía que sacar adelante a mi familia”, recuerda.
Así que superó sus miedos iniciales, la “pereza” de retomar unos estudios que había abandonado siendo adolescente y “me saqué el graduado”. “Mi madre falleció, pero "sé que estará superorgullosa de mí, porque en su día me advirtió que no dejara de estudiar y no le hice caso", dice ahora con 43.
Tras aquello, Henar entró a formar parte del Plan de Empleo de Cruz Roja, que este año cumple 25 años en Euskadi, y que cinco años después “me ha cambiado la vida”, pasando de los desvelos por cómo daría de comer a sus pequeños a soñar “con comprarme una casa el año que viene”.
Primero, ella y una amiga hicieron un curso de Atención Sociosanitaria con sus correspondientes prácticas en una residencia, “las primeras no me gustaron porque no me dejaban hacer nada y sentía que no estaba aprendiendo, tan pronto, como trasladé mi inquietud me buscaron otro sitio para terminar las prácticas”, explica.
Trabajo en una residencia
Además, realizó otras dos formaciones en Cruz Roja, una de ellas de Búsqueda de Empleo y se dispuso a mandar curriculums. Henar no sufrió la angustia de esperar una llamada a su búsqueda de trabajo porque “el mismo día que lo envié me llamaron de una residencia de ancianos de Galdakao”. De aquello, hace ya tres años, Henar arrancó con una jornada del 34 por ciento y este último año está ya al 100%. Además, ha ido escalando en sus funciones hasta convertirse en segunda coordinadora, un trabajo “que me encanta” y que “me ha cambiado la vida por completo”.
Henar siente que, gracias a su determinación y al apoyo del Plan de Empleo de Cruz Roja, puso las bases para sacar adelante a su familia y, sobre todo, para “convertirme en un buen ejemplo para mis hijos”. Y lo ha hecho, el mayor, con 20 años, “más de una vez me repite que está superorgulloso” y el mediano “está estudiando un Grado Medio, algo estaré haciendo bien”, se felicita.
Admite que no fue fácil, primero porque “era muy reacia a ponerme de nuevo a estudiar” y después porque, emocionalmente, no estaba en un buen momento: “Había días que pensaba, es que no puedo”. Casi sin tiempo, Henar aprovechaba los viajes en metro para estudiar. Un recuerdo que, en su situación actual, le hace sonreír.
A los mandos de su nueva vida, con un trabajo que le gusta, esta mujer ya planea comprarse “una casa el año que viene”, algo con lo que no se atrevía ni a soñar hace tan solo cinco años.
Plan de Empleo, 25 años
El Plan de Empleo de Cruz Roja ha logrado durante estos 25 años en el País Vasco acompañar a más de 44.000 personas hacia la inserción laboral, la mayoría de ellas mujeres y en situación de vulnerabilidad. Desde el año 2000, esta iniciativa ofrece orientación, formación y colabora 4.642 con empresas para acercar a estas personas al mercado laboral. En este cuarto de siglo se han cerrado más de 9.100 contratos.
Son “planes personalizados”, destaca Teresa Romero, responsable del Programa de Empleo en Euskadi. A veces la situación de las personas que llegan es tan complicada que “hay que ir un paso atrás, para primero ayudarlas, por ejemplo, a cubrir necesidades básicas o a tratar un problema de salud mental”.
Cruz Roja acompaña en esta iniciativa a gente que lleva mucho sin trabajar y a otras personas que no tanto, como mujeres, por ejemplo, que se desconectaron del trabajo al ser madres y ahora quieren volver. Suelen ser empleos relacionados con la hostelería, los cuidados, la construcción o el comercio.
Romero destaca la evolución y capacidad de adaptación del Plan de Empleo desde su nacimiento en el año 2000 hasta la actualidad, en función de las necesidades. Así, mientras que al inicio estaban muy centrados en las personas migrantes, en 2008 “nos dimos cuenta de que eran las mujeres las que más descolgadas estaban del mundo laboral”, ocho años más tarde, su prioridad fueron los jóvenes. En 2020, con la pandemia el Plan de Empleo tuvo que adaptarse a nuevas necesidades, así a través del Plan Responde se ofrecieron soluciones relacionadas con el mercado laboral y el uso de herramientas telemáticas, incluyendo la entrega de tablets para formación digital y recursos de orientación laboral online.